En la segunda quincena de enero, el aeropuerto internacional de Ezeiza podría volver a cerrar las fronteras aéreas del país frente a la preocupación de que ingresen al país las nuevas cepas de la Covid-19. En los distintos niveles del sistema aeroportuario, incluida la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), ya se habla de un eventual cierre de todos los vuelos internacionales a partir del 15 de enero. 

Esto ocurre en momentos en que el Instituto Malbrán ya informó que está presente una nueva  variante de coronavirus surgida en Río de Janeiro y a días de que el Gobierno ordenara el cierre de los vuelos desde Gran Bretaña, por la circulación de otra cepa un 70% más transmisible y que llevó al gobierno británico a declarar una nueva cuarentena ayer. 

Hasta el momento, además de los vuelos desde suelo británico, también están cancelados los viajes provenientes de Italia, Países Bajos, Australia y Dinamarca, donde ya se había detectado la nueva cepa británica de Covid-19.

Voceros del Ministerio de Transporte, consultados por la agencia NA, aclararon que aún no contemplan la posibilidad de un cierre de fronteras aérea y que una eventual decisión de ese tipo dependerá del análisis de la situación epidemiológica que haga el Ministerio de Salud. Sin embargo, desde la ANAC ya se estarían preparando para aplicar la medida. La fecha clave para la decisión será el viernes 8 de enero. 

De concretarse la nueva medida, el cierre sería total para los vuelos internacionales. En principio, se mantendrían vuelos de cabotaje, pero también está en estudio, según los voceros con los que habló NA.  

El eventual cierre total de fronteras atiende a las dos cuestiones que más preocupan a las autoridades por estos días: la circulación de la nueva cepa de coronavirus, que empezó a detectarse en destinos con los que la Argentina mantiene vuelos -como Nueva York, que registró su primer caso el lunes- y el crecimiento de los contagios a nivel interno.

La medida estuvo sobre la mesa en la reunión que mantuvieron la semana pasada el presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quienes tienen previsto volver a conversar entre el jueves y viernes para definir si se aplican o no nuevas restricciones, como el toque de queda nocturno.

La decisión de esperar hasta fines de esta semana es para contar con la información de número de contagios, camas de terapia ocupados y positividad de los testeos en la primera semana completa del año, tras los feriados por las fiestas de fin de año.