Con la mayoría de sus titulares, River Plate cayó 2-0 ante un Independiente dirigido interinamente por Fernando Berón, y con este resultado resignó en el estadio de Banfield su pase a la final de la Copa Diego Maradona, habida cuenta del empate conseguido por Boca en La Paternal contra Argentinos Juniors que determinó la plaza para el Xeneize. 

En la primera etapa, Alan Velasco marcó un doblete para el Rojo, que frustró al equipo de Marcelo Gallardo de definir el certamen local y que este martes debe remontar en Brasil un 0-3 ante Palmeiras, en la vuelta por semifinales de la Copa Libertadores.

En un inicio parejo, llegó primero Independiente con una buena jugada de Velasco que Armani despejó. En la réplica, el equipo del Muñeco Gallardo pudo convertir por intermedio del colombiano Borré, pero esta vez el que se lució fue el uruguayo Sosa.

El encuentro continuaba sin tantos, hasta que el chico Velasco construyó por el medio otra enorme jugada en la que desairó al experimentado Ponzio y de media vuelta sacó un bombazo desde fuera del área para abrir la cuenta. Enseguida, el mismo Velasco casi anota el segundo de cabeza.

River salió con todo a empatar y casi lo logra en los pies del colombiano Carrascal, que acaso hizo una gambeta de más y perdió una chance inmejorable. De inmediato hubo una contra letal que comandó el capitán Silvio Romero, quien cedió para el atrevido Velasco y éste, con un derechazo, sorprendió a Armani, que ofreció una floja respuesta.

En el inicio del complemento, River salió al ataque como una tromba y casi descuenta Borré, pero Bustos salvó las papas sobre la línea, cuando Sosa ya estaba vencido. Poco después, el palo se lo negó a Nacho Fernández.

Gallardo metió mano en el banco y sacó a Borré, quien se retiró muy contrariado por no haber podido convertir las chances que tuvo. En su lugar entró Girotti, quien enseguida probó de media distancia los buenos reflejos de Sosa, que sobre el final se lo sacó al también ingresado Ferreira. 

Los minutos pasaron y sentenciaron la suerte del Millonario, que ahora sólo le queda el milagro de una nada sencilla remontada copera en tierras brasileñas para volver a disputar una final en el máximo certamen continental.