El estado de Indiana ejecutó este miércoles a Lisa Montgomery, la única mujer que estaba en el corredor de la muerte en los Estados Unidos y la primera en ser ejecutada a nivel federal en más de seis décadas. La ejecución por inyección letal se produjo en el complejo penitenciario de Terre Haute, después de que la Corte Suprema levantase la suspensión que tan solo unas horas antes había ordenado una corte federal.

"Lisa Montgomery, 52 años, fue ejecutada en la penitenciaría federal de Terre Haute", en el estado de medio oeste de Indiana, a las 01.31, anunció en un comunicado el departamento de Justicia.

A partir de este resonante caso, las y los soci@s de Página/12 dieron el debate y acá están los pasajes más destacados: 

Contribuyendo un poco a la discusión, yo no creo que la pena de muerte sea inaceptable por definición. ¿Acaso un genocida o un criminal de guerra, no debería ser pasible de la pena de muerte? ¿La traición en estado de guerra, no debe ser pasible de penarse con la muerte? Y cuando la corrupción perjudica y pone en peligro la vida de millones, ¿no merece la pena de muerte? ¿Cuándo el deseo por lucro desmedido causa catástrofes irreparables, porque no debería ser aplicada? Yo creo que la pena de muerte debería sí aplicarse a ciertos delitos. No a los delitos comunes, y claro menos a casos psiquiátricos. Pero conductas como la traición, el genocidio, los delitos graves de corrupción económica o ambientales, sí creo deberían ser pasibles de la pena capital. Esto por supuesto después de las certezas de los hechos comprobados, del debido proceso, de juicios justos y de irrestricto derecho de defensa. Y esto claro no tiene nada que ver con la crueldad de mantener a un prisionero años con una guillotina legal sobre el cuello esperando a que se cumpla o se posponga su ejecución. Algo así solo refleja la perversidad del sistema judicial de los EEUU y es inaceptable.
Gabriel_P

La pena de muerte es la barbarie institucionalizada. Como bien dice un preopinante, no soluciona absolutamente nada, porque está demostrado que no reduce el delito. Como principio de orden moral, soy contrario a la pena de muerte y creo que la sociedad debe buscar los mecanismos apropiados para separar de por vida del tejido social a personas que han cometido crímenes horrendos, con más razón si, como afirman sus abogados, esta persona sufría una enfermedad mental debido a los abusos sexuales que sufrió en su infancia. Parto del supuesto que dicho desequilibrio mental habrá sido debidamente expuesto y probado ante la corte que la juzgó. Pero nos horrorizamos de la aplicación de la inyección letal a una (1) persona, mientras contemplamos que a lo ancho y a lo largo del mundo se suceden crímenes horrendos cometidos por gobiernos y gobernantes de toda laya y color contra rivales ideológicos o políticos. ¿Qué son sino los crímenes de los carabineros de Piñera en Chile? ¿Qué fue sino el crimen de Marielle Franco en Brasil? ¿Qué son sino los crímenes cometidos por la dictadura "democrática" de Duque en Colombia? O el asesinato del periodista Yamal Jashogyi en manos de esbirros del príncipe saudita, Mohammed bin Salman o el asesinato premeditado de Qasem Soleimani eliminado mediante la utilización de drones por el demente de Donald Trump y festejado por éste como si fuera un triunfo deportivo. Y de los que ni nos enteramos que suceden en China, o en Rusia, o en otras partes alejadas de "nuestro" mundo. Ni pensar lo que sucede en algunos países de África, como la guerra entre hutus y tutsis que sucedió en Ruanda en los que estos últimos fueron prácticamente barridos, o las bandas de asesinos de Boko Haram que asolan Nigeria. Muerte. Muerte por doquier. En lugar de ser el destino normal de todo ser viviente, es el horroroso desenlace de venganzas y persecuciones políticas en todo el mundo, con el agravante de estas leyes inmorales que aun rigen en algunos Estados de los EEUU, en donde pocas personas se arrogan el derecho de decidir sobre la vida de algún delincuente, como si ellos mismos fueran poseedores de una pureza moral intachable. ¿Será que estamos condenados a repetir la historia de Caín?
sencillitoydealpargatas

La pena de muerte es inaceptable por definición: al ser de única aplicación no resuelve cuando el proceso fue amañado o falto de pruebas o con dudas. Imaginar jueces como los de nuestra CSJ que ante el caso Boudou se lavan las manos. Hay jueces de esta calaña en todo el mundo...
AJV

La pena de muerte es absolutamente inaceptable. En primer lugar, matar a un asesino no es justicia es venganza, sino, robemos a los chorros y violemos a los violadores. Y en lo práctico, que país tiene un justicia capaz de asegurar que sus juicios son 100% justos? Con 0 (cero) absoluto de posibilidad.
VLLM

Para Camus, “la pena de muerte es la forma más premeditada de asesinato, con la que ningún acto criminal se puede comparar, por muy calculado que éste sea. Para que existiera un equivalente, la pena de muerte debería castigar a un criminal que hubiera avisado a su víctima de la fecha en la que le provocaría una muerte horrible y que, desde ese momento, la hubiera mantenido confinada durante meses (o años) a su merced. Un monstruo así no se encuentra en la vida real”. Estas equivalencias son en la opinión de quienes defienden la pena de muerte (Estados con penas de muerte y acólitos de esa pena monstruosa) meras formalidades temporales. 
marcodenev

Discrepo con la pena de muerte. No puede equipararse el accionar de un individuo con el del Estado, que vendría a representar a la totalidad, a la voluntad general. Muchas conductas aceptables para un Estado no lo son para una persona, de hecho los lectores de este diario solemos oponernos a los ciudadanos "decentes" que deciden hacer "justicia" por mano propia. El mejor argumento para oponerse a la pena de muerte es que puede fallar, matar a la persona equivocada, y se sabe que de ahí no hay retorno. Y esto no es nada hipotético, se sabe que sucede, leí por ahí que 4% de los ejecutados son inocentes. Uno solo ya es inaceptable.  
El_Pedrero