Los precios de la indumentaria y el calzado fueron los que más subieron entre todas las divisiones que releva el Indec en el Índice de Precios al Consumidor. Las subas treparon al 60 por ciento durante 2020, contra una inflación del 36,1 por ciento. Los aumentos se sintieron sobre todo en el interior del país: en la zona de Cuyo, prendas de vestir y materiales escaló 69,5 por ciento.
La fuerte suba en los precios se dio en el mismo año en el que se registró un derrumbe en el consumo. “Sigue deprimido por la crisis del coronavirus y sólo es impulsado por los programas Ahora 12”, informaron desde la Cámara Industrial de la Indumentaria (CIAI). Las ventas minoristas cayeron 11,9 por ciento interanual en diciembre, según Came. En los supermercados, la baja fue del 12,6 por ciento interanual, en octubre, según el Indec. En los shoppings, la caída fue del 71,1 por ciento, debido a que estuvieron cerrados gran parte del año.
A mediados de año, desde la CIAI encargaron realizar un informe para explicar los motivos de los aumentos, en un contexto de caída de las ventas y de fuertes descuentos por parte de las marcas. En mayo, prendas de vestir y calzado subió 7,5 por ciento mensual y en junio, 6,6 por ciento. Luego volvió a acelerarse para septiembre, donde trepó 5,8 por ciento, y en octubre, 6,2 por ciento. Además, se comunicaron con Marco Lavagna, director del Indec, y mantuvieron reuniones con los equipos técnicos para entender cómo realizan el muestreo y las estadísticas.
Desde la Cámara Industrial de la Indumentaria (CAIA), y la Federación de la Industria de la Indumentaria (Faiia), consideraron en un informe que la inflación fue “heterogénea” según el segmento de la cadena de valor. En el circuito formal de fabricación y comercialización, hasta octubre los aumentos se habían situado en 46,1 por ciento, mientras que en el circuito informal lo había hecho en un 70 por ciento. También los precios variaron según el origen: los productos nacionales subieron 45 por ciento, contra los importados que lo hicieron en hasta 70 por ciento.
Las mayores subas se dieron en el segmento informal, debido al blanqueo impositivo por la digitalización de los dos grandes circuitos informales, que son Flores y La Salada. En la Avenida Avellaneda por primera vez aceptan billeteras virtuales, con altas comisiones. También influyó el transporte, donde el tradicional “tour de compras” en efectivo fue reemplazado por fletes y transferencias bancarias.
En el caso del segmento formal de grandes tiendas departamentales o deportivas, que se abastecen de ropa importada, aumentaron sus costos por el aumento del dólar, que en 2020 subió por encima que la inflación. En algunos casos, destacaron fuentes del sector, las dificultades para importar y las fuertes expectativas de devaluación implicaron subas, para no “quedar descapitalizados”, en el caso de tener que reponer mercadería con un tipo de cambio más alto.
Pero, además, la suba del dólar impacta en la producción nacional, debido a que tiene insumos dolarizados, ya sea telas importadas, o por más que sean telas realizadas en el país, con hilado producido en fábricas locales, éste requiere de fibra de algodón o de fibra sintética, que son commodities. El precio del algodón subió 17,4 por ciento en dólares entre abril y octubre del año pasado.
También influyeron otros factores que fueron transversales a cualquier industria. Los protocolos para prevenir el coronavirus incrementaron los costos de las empresas por traslados o licencias. En el caso de la fabricación, la actividad se encuentra concentrada en el AMBA, donde estuvo suspendida hasta agosto. La producción manufacturera de productos textiles cayó 20,8 por ciento interanual (acumulado hasta noviembre), mientras que la producción de prendas de vestir, cuero y calzado lo hizo en un 35,4 por ciento. En contraste, el último dato del Indec de noviembre muestra que la producción de hilados cayó 1,7 por ciento interanual, “lo que puede estar anticipando un freno de la caída de la producción en los próximos meses”, anticipan desde la CIAI.
Empresarios textiles admiten que después de 2018 y 2019, “dos años muy malos”, buscan "recomponer márgenes de rentabilidad”. Según pudo saber este diario, funcionarios del Ministerio de Desarrollo Productivo le hicieron conocer sus críticas a esta recomposición "en plena pandemia". Mientras tanto, las importaciones cayeron 26,2 por ciento en cantidad interanual en noviembre (Indec). En este contexto, el dirigente empresario textil Teddy Karagozian salió a responder críticas en las redes sociales. Se trata del dueño de una de las principales hilanderías del país, un sector concentrado en pocas compañías. “El precio de ropa no es el industrial, es en el comercio”, se defendió en twitter, y agregó que "la industria no es el problema".