Este lunes  25 de enero, se cumplen 24 años del asesinato de José Luis Cabezas. 24 años desde que un patota integrada por policías y ex militares secuestró y ejecutó de dos disparos al reportero gráfico de la Revista Noticias por orden del empresario Alfredo Yabrán. "A José Luis lo asesinaron por hacer su trabajo. Él no era ni un ídolo ni un héroe, era un laburador que amaba la cámara y sacar fotos y al que mataron por hacer eso: su trabajo", afirmó a PáginaI12 su hermana, Gladys Cabezas, que desde 1997 reclama que no lo olviden, ni a él ni al motivo por el cual lo asesinaron. Como todos los años se realizarán varios homenajes, pero debido a la pandemia el acto central se realizará vía Zoom a las 9 de la mañana.

José Luis tenía tenía 35 años cuando, una madrugada del 25 de enero de 1997, lo secuestraron, lo golpearon, lo hicieron arrodillarse con las manos esposadas detrás de la espalda y le pegaron dos balazos en la nuca, para luego prenderlo fuego con su auto en una cava ubicada cerca de la entrada de Pinamar. Casi un año antes, el reportero gráfico había logrado sacarle la primer foto pública a Alfredo Yabrán, un empresario involucrado en varios casos de corrupción política durante el menemismo - "un testaferro de gente poderosa" como lo calificó Gladys Cabezas - que en una entrevista había llegado a decir que "sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la cabeza". Yabrán fue acusado de ser el autor intelectual del asesinato, pero se suicidó antes de que pudieran detenerlo. 

"Tuvimos un primer juicio que fue una condena ejemplar, pero después Casación bajó la condena y ninguno de los responsables terminó cumpliendo la condena como deberían haberlo hecho", denunció Gladys Cabezas. En efecto, en el 2000 fueron condenados a prisión perpetua Gustavo Prellezo (policía y autor material del asesinato) y los integrantes de la banda "Los Horneros" (Horacio Braga, José Auge, Sergio González y Héctor Retana), así como Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Yabrán. Ninguno de ellos cumplió la pena dispuesta, y el último en ser liberado fue Prellezo, quien ya gozaba de prisión domiciliaria desde 2010. Prellezo, además, logró conseguir una matrícula de abogado en la Ciudad de Buenos Aires, luego de asistir durante años de manera presencial a la Universidad de La Plata. A principio de año, sin embargo, la familia de Cabezas logró que Colegio Público de Abogados de la Capital Federal lo excluyese de su matrícula hasta que hubiera cumplido la totalidad de su sentencia (que termina a fines de este año). 

"Hubo impunidad", sentenció Gladys Cabezas, quien sin embargo admitió ser también "una privilegiada": "Nosotros pudimos conocer los nombre de los asesinos de José Luis, pudimos condenarlos, más allá si después los liberaron antes o no. Nosotros sabíamos con quiénes nos peleábamos", explicó.  A pesar de que los principales responsables del asesinato de su hermano son ex efectivos la Bonaerense, Gladys se rehusó a "encasillar" a "toda la policía" como la culpable. "Tenemos un país hermoso donde hay gente de mierda, lo mismo con la policía, que es una institución en donde hay gente respetable y gente que decide abusar de su poder", analizó.

Homenajes

"A 24 años de su asesinato, ¡Cabezas presente! Ahora y siempre", reza el flyer de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA) que invita a participar de diversas actividades durante el domingo y el lunes a la tarde en el Barrio Jose Luis Cabezas, ubicado entre las localidades de Berisso y Ensenada. Como todos los años, este lunes se realizarán numerosos homenajes, aunque se verán limitados debido a la pandemia. En el caso del acto central, en el que participan los familiares de Cabezas, así como los intendentes de General Madariaga y Pinamar, se realizará de manera virtual a las 9 de la mañana. 

"Nosotros, como familia, vamos a seguir recordando a José Luis cada 25 de enero. Y lo hacemos más que nada por los niños y adolescentes que nos preguntan '¿Quién era Cabezas?', como el caso de mis nietos, que no tienen más de 11 años y saben quién era su tío y que unas personas malas sin escrúpulos lo mataron por hacer su trabajo", sostuvo, finalmente, Gladys.

Informe: María Cafferata.