La pandemia de la Covid-19 redujo en un 8,8% la cantidad de horas de trabajo a nivel mundial en 2020, un equivalente a 225 millones de empleos perdidos y una caída en los ingresos del 4,4% del PBI mundial. Las cifras fueron publicadas por la Organización Internacionl del Trabajo (OIT) que aseguró que se atraviesa una crisis cuatro veces más profunda que la del crack económico de 2009 y se prevé una recuperación "lenta, desigual e incierta". En Latinoamerica se sentirá con mayor peso. 

El calculo de la OIT está efectuado sobrela cantidad de horas de trabajo perdidas a nivel mundial, por lo que aclara que la cifra de 255 millones de empleos perdidos es un estimativo, pero en muchos casos se trató en realidad de reducción de horas de trabajo de personas aún empleadas. El organismo también matizó las malas noticias al destacar que los números finales del 2020 fueron mejores que el calculó que se había proyectado en el segundo trimestre del pasado año (400 millones de empleos) y el tercero (casi 500 millones).

"Los indicios de recuperación que vemos son alentadores, pero muy frágiles e inciertos, y cabe recordar que ningún país o grupo puede recuperarse solo", señaló en la presentación del informe el director general de la OIT, Guy Ryder.

Latinoamérica, la más golpeada

Sin embargo, las perspectivas de recuperación no parecen suficientes para la región lationamericana, debido a la dependencia de la economía informal y más vulnerable a impactos como el causado por la pandemia. La región fue la que sufrió una mayor pérdida relativa de horas de trabajo (16,2 %) equivalente a 39 millones de empleos.

Las dos mayores economías de la región, Brasil y México, sufrieron pérdidas del 15 % y el 12,5 % respectivamente. Mientras que Norteamérica y Europa vieron caer un 9,2 % sus horas de trabajo (el equivalente a 13 y 30 millones de empleos, respectivamente). Asia-Pacífico registró un menor porcentaje (7,9 %), pero en términos absolutos fue la zona donde más empleo se perdió: un equivalente a 140 millones de trabajadores.

Dentro del continente europeo, la región sur se vio particularmente afectada, con una caída de las horas de empleo del 12,3 %, a connsecuencia de las pérdidas de países como Italia (13,5 %) y España (13,2 %).

Mayo impacto para mujeres y jóvenes

El análisis de la organización indica asimismo que la pandemia afectó laboralmente más a las mujeres, cuya tasa de ocupación a nivel global se redujo un 5 %, mientras que para los hombres la baja fue del 3,9 %. También resultaron más impactados los trabajadores más jóvenes, con una reducción de la tasa de ocupación del 8,7 %, frente al 3,7 % en el caso de las generaciones más adultas.

Por sectores, el más afectado fue el de hostelería y restauración, en el que la tasa de ocupación se redujo casi un 17 % en el segundo y tercer trimestre de 2020, seguido por servicios tales como el entretenimiento y los empleados de hogar (-9,8 %), la construcción (-5,3 %) y el comercio minorista (-4 %).

En cambio, en esos seis meses estudiados hubo un aumento del 6,1 % en la ocupación del sector de la información y la comunicación, y del 3,4 % en los seguros, siempre según las estadísticas de OIT.

A la vista de los datos y de las perspectivas para este año, la organización teme una "recuperación en forma de K" en el mercado laboral, con determinados sectores y trabajadores dejados atrás y un aumento de la desigualdad.

La vacunación se traducirá en más trabajo

A pesar de la brutal caída del empleo, la OIT espera "una recuperación relativamente sólida" en el segundo semestre de 2021, cuando comience a surtir efecto los programas de vacunación. Por lo que las regiones más pobres continuarán siendo las más afectadas en relación al acceso a las dosis y la vulnerabilidad del mercado laboral. 

Más allá del avance de la inmunización, la organización prevé que 2021 se salde también con una pérdida global de horas de trabajo, aunque menor que en 2020, y que podría oscilar entre el 1,3 % y el 4,6 %, dependiendo del éxito de las vacunaciones, el control de la pandemia, y el índice de confianza de consumidores y empresas.

Para garantizar que la recuperación se consolide, la OIT recomienda un mantenimiento de políticas macroeconómicas flexibles este año, programas de asistencia internacional a países en desarrollo para facilitar en ellos los programas de vacunación, y apoyo a los sectores más afectados por la crisis.

"Una opción conduce a una recuperación dispar y no sostenible, con cada vez mayor desigualdad e inestabilidad, mientras que la otra lleva a una recuperación centrada en las personas, con el fin de reconstruir mejor y promover el empleo, los ingresos y la protección social", resumió el director general de la OIT