Desde esta semana y hasta el 14 de febrero, seguirán llegando Sputnik V, aunque por las demoras anunciadas oficialmente ayer, en cantidades parecidas a las del vuelo AR1062 que aterriza este jueves al mediodía: algo más de 200.000 dosis por viaje. A partir del 14 de febrero llegarían a la Argentina cifras mucho mayores, en línea con lo que aspiraba el Gobierno, cerca de un millón de dosis semanales. Las cantidades son las mencionadas en las conversaciones entre los funcionarios argentinos y rusos en los últimos días y todo derivó en un comunicado oficial del Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) y el Instituto Gamaleya, creador de la vacuna, en el que se señala que “la Argentina, que ha sido uno de los primeros países en aprobar Sputnik V y con el que hemos establecido una sólida alianza, seguirá recibiendo la vacuna. Volveremos al programa de entrega original una vez que se complete la actualización de nuestras plantas de fabricación”. Con el trasfondo de la feroz guerra mundial por las vacunas ningún pronóstico da seguridades en un cien por ciento, pero la ventaja es que la Argentina y Rusia firmaron un contrato y ambas partes tratan de que se cumpla, aunque --como sucede con todas las otras vacunas-- hay demoras en la producción.

Como era previsible, Rusia confirmó en el comunicado dos cosas. Por un lado, que seguirá enviando las vacunas a la Argentina y, por el otro lado, que la provisión viene atrasada, tal vez dos o tres semanas. En el Airbus que llega al mediodía vienen --como anticipó Página/12 en exclusiva-- 220.000 dosis. La viceministra de Salud, Carla Vizzoti confirmó que son 110.000 de la dosis 1 y 110.000 de la dosis 2. Con el nuevo cargamento, se superarían los 400.000 argentinos vacunados con ambas dosis. En el AR1062 vienen, además, 10.000 dosis para Bolivia, en una acción solidaria con el vecino país. Un avión boliviano llegará hasta Ezeiza a buscar su cargamento y eso permitirá que el Estado Plurinacional sea el segundo país de la región con Sputnik V.

Casa Rosada

En el Gobierno argentino, el comunicado ruso trajo tranquilidad porque se puso en claro la situación: hay una demora en la producción, como sucede con todas las vacunas, pero se confirma que el suministro va ir llegando. El texto ruso dice “2-3 semanas de atraso”. En los diálogos entre Moscú y Buenos Aires se mencionó al menos un vuelo por semana y luego, después del 14 de febrero, el flujo mayor, más en línea con lo que se firmó. Por supuesto que el contrato habla de cuatro millones de la dosis 1 y un millón de la dosis 2 antes de fin de enero y eso está claro que no se cumplirá. Pero si se verifica lo que anticipa el comunicado y lo conversado esta semana, llegarían igualmente cantidades importantísimas en febrero. El flujo seguiría fuerte en marzo.


Razones

Los motivos de las demoras son esencialmente dos.

*El primero es que hay una enorme presión interna en Rusia y hasta un compromiso inicial del presidente Vladimir Putin de que la producción local sería para los ciudadanos de la Federación Rusa. Por eso, el comunicado menciona la derivación de la producción.

*La segunda razón es que la planta en India, a la que Gamaleya le transfirió la tecnología, ya empezó a trabajar pero el escalamiento de la producción tarda, porque hay que poner en marcha biorreactores gigantescos que demoran en lograr las condiciones para producir las descomunales cantidades que se necesitan.

Cuando el comunicado oficial habla de dos o tres semanas de atraso, se refiere a ese proceso que está en marcha y que estaría en condiciones de proveer mayor cantidad de dosis en la segunda quincena de febrero.

Guerra

La demanda por vacunas es sideral en el mundo entero con auténticos escándalos en Europa por los atrasos de Pfizer y AstraZéneca. La Unión Europea adelantó nada menos que 21.000 millones de euros por 2.000 millones de dosis y la realidad es que están paralizadas o a ritmo lentísimo todas las vacunaciones. Por ejemplo, Madrid dejó de vacunar esta semana y también la próxima. La situación está derivando en denuncias penales y se baraja la prohibición de que salgan vacunas de Europa, o sea la veda a cualquier exportación. Sucede que existe el rumor de que se están derivando dosis a Sudáfrica, al doble del precio, a Israel y a los países árabes.

En Estados Unidos la prohibición ya rige y se afirma que hay oficiales estatales, empresa por empresa, impidiendo la salida al exterior, no sólo de vacunas, sino de equipamiento para fabricar vacunas.

Opositores

Parte de la oposición y los grandes medios habían adjudicado los atrasos de la Sputnik V a problemas de logística de la Argentina. El comunicado ruso liquida esa falsedad y desnuda las insólitas posturas de esos sectores:

*Primero estuvieron en contra de la vacuna Sputnik V.

*De inmediato dijeron que la segunda dosis no existía ni vendría nunca.

*Por lo tanto, quienes no querían la vacuna igual exigían la dosis 2.

*Y esos mismos, que no querían ni la dosis 1 ni la dosis 2, terminaron reclamando porque no estaba viniendo lo prometido, además adjudicándole la responsabilidad a problemas logísticos del gobierno argentino. Este último fraude informativo terminó porque Rusia dejó en claro que “estamos mejorando las instalaciones fuera de Rusia para garantizar el suministro a la Argentina y al resto de la región”.

En la noche del miércoles, el titular del RDIF, Kirill Dmtriev, le dijo a la cadena norteamericana CNBC: “puede haber alguna demora en nuestra producción porque estamos incrementando nuestras capacidades. Este es un proceso que nunca encaró el mundo, con la necesidad de cientos de millones de vacunas. Las expectativas tienen que ser realistas”.

Demandas

Uno de los fenómenos de las últimas semanas es que creció exponencialmente la demanda de la Sputnik V. Entraron en juego numerosos países como Hungría y los Emiratos Arabes Unidos, que a su vez influyen en otras naciones de Europa y Medio Oriente. Hace tres semanas, Alberto Fernández hizo de nexo para que Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, iniciara el diálogo con el RDIF y Gamaleya por 24 millones de vacunas. El contrato es un hecho.

Según las autoridades rusas, la Sputnik V sería aprobada por 24 países en las próximas dos semanas.

Bolivia

Otro de los países que se sumó es Bolivia. El vuelo AR1062 que llega de Moscú trae 6.000 vacunas para el país del altiplano. Es un gesto de la Argentina. Es decir, vienen las 220.000 dosis y, además, las 6.000 para Bolivia. En el atardecer de este miércoles, la cancillería boliviana dio a conocer un comunicado orgulloso: “Bolivia, el segundo país de la región en usar la vacuna Sputnik-V contra el Covid-19”. Las dosis se empezarán a usar en la vacunación del personal de la salud.

Lo previsto es que el avión de Aerolíneas descargue las vacunas en Ezeiza y luego una aeronave boliviana, adaptada a la altura, vendrá a buscar el cargamento. En La Paz afirman que las vacunas estarán allí este jueves mismo.

Carrera

Como es obvio, la Argentina corre una carrera contra el tiempo para tener una parte importante de la población de riesgo vacunada antes de que llegue el invierno. Por lo que se ha visto en Europa, la segunda ola parece de enorme envergadura y así lo pronosticó también el viceministro bonaerense, Nicolás Kreplak.

El contrato con RDRIF-Gamaleya está firmado, el comunicado lo ratifica y hay promesas de cumplimiento, aunque con atraso. Al mismo tiempo, se firmaron acuerdos y contratos con otros laboratorios, Pfizer, Sinopharm, Covax (el sistema de la Organización Mundial de la Salud) y Oxford-AstraZéneca, que comprometió 22 millones de dosis para fines de marzo y principios de abril. Para la Argentina, el gran desafío es que la Sputnik y todas las demás, en las cantidades necesarias, lleguen antes que el frío.

En Chile, el presidente Alberto Fernández se refirió a este problema y señaló que, además del contrato con Rusia, lo que hizo la Argentina “fue poner fichas en todos los lugares donde se hicieran vacunas y lo hicimos convencidos de que cualquier vacuna iba a ser una vacuna saludable, porque los que la estaban desarrollando son organizaciones en términos científicos de primera magnitud, reconocidas en el mundo entero, privadas o públicas”, aseguró Fernández.

De todas formas nada será fácil. Del otro lado del ring, en esta disputa, están los países poderosos ejerciendo todo su poder y miles de millones de dólares. Tratan de quedarse con casi todo lo que se produce e incluso con más de lo que necesitan.