El patrimonio de Diego Maradona, sobre todo el histórico --camisetas, ropa, trofeos, fotos, grabaciones-- corre serio riesgo. Después de tres días de durísimas negociaciones a través de sus abogados, los herederos reconocidos no se pusieron de acuerdo y el peligro es lo que finalmente quedó sobre la mesa: que todo se reparta y que varios de ellos procedan a subastar internacionalmente lo que les corresponde, tal como se dejó entrever en la mesa de negociación. 

Uno de los mayores obstáculos para un acuerdo fue el abogado del hijo que vive en Italia, Diego Junior, Luis Rey, pero también Dalma y Giannina se inclinan por recibir la parte que les toque y dividir el legado. El abogado de Junior fue el que más se opuso a todas las propuestas y eso frustró, al menos por ahora, la posibilidad de avanzar en una idea común: un museo, una muestra itinerante, bares temáticos y otros proyectos similares que se habían comenzado a trabajar con Maradona en vida, a principios de octubre de 2020. Los próximos pasos se darán el lunes 8 de febrero, con la apertura de una caja de seguridad existente en Puerto Madero y un posible remate internacional de los cuatro autos que el Diez tenía en la Argentina. Esto incluye un BMW que tiene la firma y la cara de Diego.

Como se sabe, la jueza de La Plata, Luciana Tedesco del Rivero --de licencia hasta el lunes--, aceptó como administrador provisorio de la sucesión al abogado Sebastián Baglietto, propuesto por Dalma, Giannina y Dieguito Fernando, éste último hijo de Verónica Ojeda y Maradona, representado por la pareja de Ojeda, el abogado Mario Baudry. La mayoría de tres hijos sobre cinco reconocidos --los otros dos son Jana y Diego junior-- habilitó la designación de Baglietto, aunque todavía hay una serie de pasos procesales que faltan, incluso para que la jueza quede definitivamente a cargo de la sucesión.

Como es lógico, Baglietto buscó caminos para avanzar todo lo posible, para lo cual intentó un acuerdo entre los abogados de los herederos, que por supuesto le consultan cada paso a los propios hijos. Las tratativas tuvieron lugar este miércoles, jueves y viernes, pero no llegaron a buen puerto. Es más, el ambiente fue de conflicto. Uno de los puntos clave de los diálogos es qué hacer con los dos contenedores que están en un depósito de Beccar y contienen un invaluable tesoro. Por ahora no hay acceso a la baulera de Dubai donde también hay objetos de todo tipo.

En base a la idea de concretar un museo --con Diego en vida--, se hizo un primer inventario que incluye trofeos, pelotas, camisetas firmadas por decenas de jugadores de otros países --por ejemplo, Pelé, Stoichov, Ronaldinho, todo el plantel de Boca, Palermo-, botines, pijamas de Versace, balones de oro, regalos de todo tipo y una cantidad casi infinita de fotos --con Fidel Castro, Hugo Chávez, artistas, cantantes--, además de videos de distinta naturaleza. Existe una fuente inagotable de los últimos años: videos y audios que Diego le mandaba a numerosísimas personas. Incluidos algunos que son una especie de ironía del destino: “aahhhh, ustedes se creían que yo estoy muerto, miren lo bien que estoy”, dice Diego en una grabación.

Todo el trabajo de inventario lo hizo Superacción, la empresa que encabeza Javier Grossman, el creador de Tecnópolis y los recordados espectáculos y movilizaciones del Bicentenario. Entre Superacción y Maradona, entonces con la administración de Matías Morla, se firmaron varios contratos para desarrollar el museo y otras iniciativas: restaurantes temáticos para instalar en varias ciudades --El Bodegón de Maradona, era el nombre previsto--, tours Maradona por Buenos Aires y Napoles, merchandising con frases del Diez, tipo “se te escapó la tortuga” y una serie de ideas similares. El inventario de lo encontrado en el contenedor de Beccar lo tiene Morla, no lo presentó en el expediente, por lo cual la baulera fue cerrada ante escribano. Hay otro contenedor que contiene todo lo que Maradona tenía en sus casas de Tigre, donde murió, y Brandsen, donde vivió los últimos meses. Son sus objetos personales, pero también hay regalos y cosas que tienen su valor para quienes idolatraban al Diez.

Lo cierto es que en las negociaciones entre los hijos no hubo acuerdo sobre continuar con aquella iniciativa del museo o cualquier otra y se quedó al borde de una solución que lo haría imposible aún para el futuro: que se divida en cinco lo existente y que cada uno haga lo que quiera con lo que le toca. En los diálogos incluso se mencionó la intención de algunos de los herederos de subastar su parte.

Caja

Mientras tanto, el juez subrogante durante la feria judicial, Alfredo Villata, ordenó la apertura de una caja de seguridad que Maradona tenía a su nombre en el Banco Santander de Puerto Madero. La decisión es que la apertura la haga el administrador de la sucesión, Baglietto, el lunes 8 de febrero.

Por supuesto estarán presentes un oficial de justicia, los representantes de los herederos y el magistrado citó también a la agencia de recaudación de la Provincia de Buenos Aires, ARBA, para que también verifique lo que haya en la caja y si corresponde o no el pago de algún impuesto.

Los abogados de los herederos le pidieron a Villata que el Banco Santander aporte la nómina de quién tuvo acceso a la caja y cuando accedió: quieren chequear si no existieron maniobras. El trasfondo es la desconfianza con Morla y su entorno.

Hasta el momento, la versión es que en esa caja podría haber joyas y relojes, pero no dinero. Lo que se dice es que lo más valioso estaría en otra caja de seguridad, dentro del contenedor de Dubai. El juez subrogante y la jueza titular están trabajando el exhorto que puede demorar unas dos semanas, ya que requiere traducción al árabe y luego el envío a Dubai. La lógica indica que habrá acceso a ese contenedor dentro de unos meses.

Autos

La otra movida inmediata es decisión del administrador Baglietto: juntará los cuatro vehículos de Maradona en un único garage y todo indica que se hará un remate.

En el listado hay tres BMW y una camioneta Hyundai y, obviamente, la idea es que en una subasta internacional treparía el precio, no sólo por la calidad de los autos sino también por haber sido de Maradona.

Por ahora, la sucesión no tiene acceso a los otros tres vehículos del Diez: un Rolls Royce Ghost y otro BMW en Dubai y una especie de tanque, Overcomer Hunta, en Bielorrusia. Esos vehículos también, cuando estén en poder de la sucesión, seguramente irán a subasta.

Habrá que ver si en esta vorágine de rematar y convertir la herencia en dinero en efectivo se puede aplicar un freno y reencauzar el diálogo entre los herederos para asegurar el legado de Maradona. Hoy por hoy, la perspectiva es que todo se divida en cinco, uno o varios contraten una empresa internacional de subastas y todo termine con objetos históricos, amados por los argentinos, en manos de un coleccionista de Japón que nunca vio a alguien patear una pelota y ni siquiera sabe que existe la palabra potrero