El Ejército de Birmania (Myanmar) dio un golpe de Estado y depuso a la líder política y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, quien fue detenida con buena parte de su gabinete, además de activistas y artistas que apoyan al gobierno. Suu Kyi pidió a los ciudadanos que "protesten con todo corazón contra el golpe de Estado".

Este lunes, el Ejército de Birmania cercó la ciudad capital, Naypyidaw, antes de que el Parlamento formado en las elecciones de noviembre pasado iniciara su primera sesión. Las fuerzas armadas declararon, a través de su canal de televisión, el estado de emergencia durante un año y anunciaron que el exgeneral y vicepresidente Myint Swe ejercería la presidencia del país.

Según reportó Myawaddy News, un canal controlado por el Ejército, Myint Swe le cedió todos los poderes al jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing. Tanto Myint Swe como la depuesta Aung San Suu Kyi fueron detenidos junto a otros integrantes del gobierno.

Los militares denuncian que en las elecciones parlamentarias del año pasado se cometieron “enormes irregularidades”. En ese entonces, el partido gobernante, la Liga Nacional para la Democracia (LND), obtuvo una victoria aplastante.

En un comunicado que publicaron a través de Facebook, los militares declararon que “como la situación debe resolverse de acuerdo con la ley, se declara el estado de emergencia" y se convocará a una nueva votación dentro de un año. "Pondremos en funcionamiento una auténtica democracia pluripartidista", prometieron.

Por su parte, el LND emitió un comunicado en nombre se Suu Kyi en el que denuncia que “las acciones de los militares llevan de nuevo al país a la dictadura". La líder política pidió a la población birmana que no acepte esta situación y que "protesten con todo corazón contra el golpe de Estado".

Repudio internacional al golpe

El golpe de Estado suscitó una avalancha de condenas internacionales. Estados Unidos, Reino Unido o la Unión Europea denunciaron de inmediato el golpe, mientras China se limitó a pedir a las partes implicadas "solucionar sus diferendos".

"Estados Unidos se opone a cualquier intento de alterar el resultado de las recientes elecciones (...) y tomaremos acciones contra los responsables", advirtió la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.

Por su parte el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, "condenó firmemente" la detención de Aung San Suu Kyi. "Estos hechos asestan un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania", agregó.

Los golpes en Birmania

Birmania, también conocida internacionalmente como Myanmar, salió hace apenas diez años de un régimen militar que dirigió el país durante casi medio siglo. Los dos últimos golpes de Estado desde la independencia del país en 1948 se remontan a 1962 y 1988.

Aung San Suu Kyi, de 75 años, ganó premio Nobel de la Paz de 1991. Suu Kyi estuvo presa entre 1989 y 2010 por pedir el regreso de la democracia a su país y ganó las primeras elecciones libres que se realizaron en 2015 y que la convirtieron en Consejera Estatal.

Sin embargo, durante el gobierno de Suu Kyi, Birmania fue acusada por La Haya de genocidio de la minoría étnica Rohingya, después de que en 2017 750 mil integrantes de esta población musulmana huyera a Bangladesh.