En un escenario signado por países potencia que buscan acaparar las vacunas y las naciones en vías de desarrollo que procuran ingeniárselas para hacerse de las dosis e inmunizar a su población en el menor tiempo posible, el gobierno argentino continúa con la misma estrategia del comienzo: no cerrar ninguna puerta y realizar una búsqueda activa e insistente con el propósito de concretar acuerdos. En este sentido, negoció la llegada en febrero de un extra de 580 mil dosis de AstraZeneca/Oxford, y 580 mil más en marzo, que provendrán del Serum Institute de la India. El contrato ya fue firmado, comenzarían a llegar a partir de la próxima semana y la información fue suministrada por el propio Laboratorio. Esta partida es adicional a la que la empresa biotecnológica se comprometió a enviar a partir de marzo (22.4 millones de dosis) y a la que llegarán por parte del mecanismo Covax.

Este miércoles, la plataforma Covax de la OMS (que garantiza el reparto equitativo de vacunas a nivel mundial) informó que hasta junio prevén repartir 337 millones de dosis entre 145 países. Según confirmaron la Coalición para la Innovación en la Preparación ante la Epidemia (CEPI), la Alianza para las Vacunas Gavi, la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, la distribución de 240 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca/Oxford será producida por el Serum Institute, y esa cifra deberán sumarse 97 millones más que se entregarán en virtud del acuerdo de compra anticipada entre Gavi y AstraZeneca para el primer y segundo trimestre de 2021.

Durante el primer semestre, Argentina recibirá 2.2 millones y 9 millones en total. El mecanismo Covax creado por la Organización Mundial de la Salud también prevé la entrega de dosis de otras compañías, ya que posee una cartera diversificada. De hecho, el escrito anticipa que 1,2 millones de dosis de la fórmula Pfizer y BioNTech estarán disponibles en el primer trimestre de 2021, aunque "sujeto a la finalización de acuerdos adicionales". En este caso, en base al examen de diferentes criterios --como tasas de mortalidad, la cantidad de dosis disponibles y la factibilidad para su uso inmediato-- en Latinoamérica las recibirán Bolivia, Colombia, El Salvador y Perú. En total, estas cuatro naciones se harán acreedoras de 377.910 dosis, casi un tercio del total.

Por su parte, el laboratorio argentino mAbxience ya envió el segundo lote de sustancia activa equivalente a seis millones de dosis y se encuentra produciendo el cuarto. El Laboratorio Liomont es quien, desde México, la empaqueta y la distribuirá a partir de marzo y abril por todas las naciones latinoamericanas con excepción de Brasil. Fuentes allegadas al laboratorio local confirmaron a Página 12 que la empresa biotecnológica mexicana está levemente atrasada en su parte del proceso por la dificultad que supone acceder a insumos críticos para la producción. Sin embargo, la buena noticia es que el tema ya está por resolverse y la fabricación, en breve, adquirirá su ritmo normal. Argentina comenzará a recibir sus dosis entre marzo y abril. Vale recordar, según lo había informado Alberto Fernández meses atrás, se había pactado la llegada de 22.4 millones de dosis.

Además, el gobierno sigue pujando por cerrar un acuerdo de compra para adquirir 1 millón de dosis de la vacuna elaborada por Sinopharm, la empresa estatal china que realiza parte de sus ensayos en fase III en los Centros Vacunar a partir de la coordinación de la Fundación Huésped que comanda el médico Pedro Cahn. El principal obstáculo de la fórmula china es que son muy caras en relación al resto. Mientras que la de AstraZeneca, la de Gamaleya y la de Pfizer valen 4, 10 y 18 dólares respectivamente, la producida por el gigante oriental costaría alrededor de 30 dólares por unidad. Si se destrabase ese obstáculo, Argentina y China podrían firmar un acuerdo para asegurar el arribo de 30 millones de dosis.

El martes, el Centro Gamaleya publicó los resultados intermedios de su fase III en la prestigiosa revista The Lancet. La noticia fue tan bien acogida que, rápidamente, tuvo un impacto favorable. El gobierno de la provincia de Buenos Aires confirmó que en las últimas 24 horas prácticamente se duplicó el promedio diario de inscripciones en los registros on line para vacunarse en todo el territorio bonaerense. La confirmación de esta ola de inscripciones la hizo el titular de la cartera de Salud, Daniel Gollan, al precisar que, desde que se puso en disponibilidad la inscripción voluntaria en los registros de vacunación, “veníamos a un ritmo de entre 30 mil y 35 mil anotados por día”. Sin embargo ayer, “tras la publicación de The Lancet, casi se duplicó” esa cantidad, afirmó el funcionario.

En esta línea, hay que mencionar que a pesar del entusiasmo, la variante rusa viene con un leve retraso en su cadena de producción. Este hecho no representa ninguna novedad, pues fue confirmado la semana pasada por voceros del Fondo Ruso de Inversión Directa (que financia el escalado de la Sputnik V) y va en consonancia con lo que están advirtiendo la gran mayoría de las plantas que se encargan de la fabricación de la tecnología a lo largo y a lo ancho del mundo. Además de Rusia y Argentina, ya son 16 las naciones que han autorizado el uso de emergencia de esta vacuna y, este miércoles, se han sumado México y Nicaragua. En poco tiempo, según ha trascendido, podría destrabarse el cuello de botella en la producción y adquirir el ritmo de fabricación a escala para la entrega de las dosis, tal cual el laboratorio ruso había acordado con el gobierno argentino. Luego de mitad de mes, las entregas podrían normalizarse y alcanzar envíos más importantes con el objetivo –a mediano plazo– de recibir las 20 millones de dosis que se habían pactado. Hasta el momento, Aerolíneas Argentinas realizó tres vuelos: dos de 300 mil y el restante de 220 mil dosis.

También se espera que en los próximos días pueda cerrarse un acuerdo con empresas locales para realizar el proceso de transferencia tecnológica y que la Sputnik V pueda ser producida en laboratorios domésticos. Dicho procedimiento es complejo porque depende de las capacidades instaladas y, aunque Argentina ha demostrado contar con infraestructura y recursos humanos de excelencia para ello (el laboratorio mAbxience es prueba fehaciente), instalar una planta demoraría un tiempo. Podría funcionar como un plan a largo plazo, ya que cuesta iniciar el escalado de la producción pero cuando se logra, como afirmó la Secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, se pone en marcha “un círculo virtuoso”.

El conflicto que en el presente supone la disponibilidad de la vacuna podría revertirse en poco tiempo. Luego, cuando las farmacéuticas comiencen a producir a buen ritmo, el desafío será nuevamente logístico. Los actores más optimistas aseguran que vacunas habrá y el problema radicará en la inoculación a escala. Para ese momento, las provincias deberán estar preparadas para inmunizar a la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible. Será vital que buena parte de la población acepte vacunarse, porque esa será la única manera de lograr el efecto rebaño. Se estima que cuando el 70% de la población esté inmunizada será posible cortar la propagación del Sars CoV-2 y volver –si es el anhelo generalizado– a “la vieja normalidad”.

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