El 8M por primera vez marchó una columna de mujeres sordas. La organización del acto tuvo en cuenta que hubiera intérprete de lengua de señas en la lectura del documento. “El año pasado abrimos a través de nuestro Facebook la discusión para consensuar las señas para expresar Ni Una Menos. Fue un proceso de debate muy interesante”, señaló Reuter. Se acordó que la frase se conforma con las señas de las palabras mujer, opresión y basta. “En la comunidad de sordos nunca se había hablado de la problemática de la violencia machista. La palabra género no tiene señas, tampoco machismo, sexo, homosexualidad, patriarcado ni feminismo”, indica León Bani. Son debates pendientes. Por lo pronto, en estos días comenzarán con una capacitación a referentes de la comunidad sorda sobre el significado de esas palabras, para luego acordar las señas. “Queremos trabajar el sexismo en las señas también. Por ejemplo, la que se refiere a lesbiana hace referencia a la sexualidad; en cambio, la de gay, no. Antes gay, se expresaba con una plumita. Eso se cambió. Cada país tiene sus propias señas e incluso hay regionalismos, hay algunas señas en Córdoba que son distintas en Buenos Aires”, apunta Reuter.
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