En su último día al frente del juzgado federal de Dolores, el juez Alejo Ramos Padilla dictó el procesamiento contra tres funcionarios de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que fungieron como coordinadores del llamado "Proyecto AMBA", que consistió en el despliegue de bases de la exSIDE en provincia de Buenos Aires para hacer espionaje político con miras a las elecciones de 2017. Además, el magistrado procesó al responsable de la delegación Bahía Blanca de la agencia que comandaba Gustavo Arribas.

Los tres coordinadores procesados por Ramos Padilla son Nicolás Carlos D'Giano, Eduardo Miguel Rocchi y Marcos David Pannunzio. Los tres tuvieron un rol similar al que ejercieron los excomisarios Vicente Melito y Daniel Salcedo, ya procesados en el marco de la causa del "Proyecto AMBA". Los coordinadores funcionaban como eslabones entre Pablo Pinamonti, a quien Arribas le encomendó la dirección del "Proyecto AMBA", y los jefes de nueve delegaciones de la AFI en la provincia de Buenos Aires: las tres históricas de Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata y las seis que se crearon por el "Proyecto AMBA" (Haedo, San Martín, Pilar, Ezeiza, Quilmes y La Matanza).

Por su rol en el espionaje en Bahía Blanca, Ramos Padilla procesó, además, a Guillermo Coll, que estuvo a cargo de esa delegación hasta abril de 2017. Con estos cuatro procesamientos, Ramos Padilla termina una investigación de dos años con 32 procesados, entre los que se cuenta a las máximas autoridades de la AFI macrista, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

El rol de los coordinadores

D'Giano, Rocchi y Pannunzio ingresaron a la AFI entre julio y agosto de 2016, cuando ya se empezó a poner en marcha el llamado "Proyecto AMBA". Los tres estaban en el mismo escalafón que Salcedo y Melito. Cumplieron funciones hasta el 1 de enero de 2018, cuando la Dirección de Reunión Provincia de Buenos Aires -a cargo de Pablo Pinamonti- dejó de existir. 

Pese a que los tres trataron de minimizar su rol, diciendo que eran prácticamente secretarios privados de Pinamonti, Ramos Padilla entendió que cumplieron funciones importantes de enlace con las bases de la AFI, con el Poder Judicial y con la influyente Dirección Administrativa de Asuntos Jurídicos (DAAJ) de la AFI.

Los nombres de los tres coordinadores -que son abogados y uno de ellos incluso es secretario en una fiscalía nacional- surgieron en la causa por declaraciones de Melito y de Alicia Nocquet, que estaba a cargo de la base Haedo del "Proyecto AMBA". Otros de los imputados también refirieron tener contacto directo con los tres hombres de confianza de Pinamonti.

Según reconstruyó el juzgado, los tres se distribuían sus funciones de modo territorial. D'Giano estaba a cargo de la relación con las bases AMBA de La Matanza y Haedo, a las que sumaba la relación con las delegaciones de Mar del Plata y Bahía Blanca. Rocchi, por su parte, aparece mencionado como habitué en reuniones con magistrados, mientras que sostenía el vínculo con las bases AMBA de San Martín y Pilar. Por último, Pannunzio habría funcionado como nexo con las bases de Ezeiza y de Quilmes. Además, mantendría relación con la delegación de La Plata.

Ramos Padilla sostiene que el vínculo entre la Dirección de Reunión de Pinamonti y la DAAJ -de Juan Sebastián De Stefano, procesado en Lomas de Zamora- recaía en el trío. La vinculación entre las dos áreas es clara. Cuando terminó la aventura del AMBA para fines de diciembre de 2017, Pinamonti se reinsertó en la DAAJ, un área que actualmente está bajo análisis de la justicia federal de Lomas de Zamora.

Otro que sigue en preventiva

Además, el juez prorrogó por un año la prisión preventiva de Ricardo Bogoliuk, exjefe de la base Ezeiza de la AFI y compinche de Marcelo Sebastián D'Alessio. Bogoliuk seguirá detenido en Marcos Paz, mientras que D'Alessio continúa en Ezeiza. Bogoliuk está procesado en las dos causas que tramitan en Dolores, el D'Alessiogate y la del Proyecto AMBA. Como lleva más de dos años en prisión preventiva, el juez prorrogó su situación por un año más.

Con estas resoluciones, Ramos Padilla concluye dos años de investigación sobre el espionaje en la era de Mauricio Macri, que llevó adelante desde el juzgado federal de Dolores, al que había llegado en 2011. Este viernes a las 12 jurará como nuevo titular del Juzgado Federal 1 de La Plata, que estaba vacante desde 2014 tras la muerte del juez Manuel Blanco y concentra toda la atención al tener, además de la competencia penal, la competencia electoral de toda la provincia de Buenos Aires.