En un encuentro que se prolongó por una hora y media, el Gobierno dio el puntapié inicial formal a la mesa de precios y salarios más caliente y urgente, la del sector alimentario. En la sala de reuniones del Ministerio de Desarrollo Productivo, el anfitrión Matías Kulfas y el pleno del Gabinete Económico establecieron cinco ejes de trabajo con los que se busca corregir "aumentos injustificados". 

Además, el Gobierno bajó línea con una punta del diagnóstico que observa en los números. "Detectamos aumentos en insumos, tanto en la fase primaria, como agroquímicos, como en la fase industrial", advirtieron desde el Gobierno. Y aclararon que  algunos "no encuentran justificación razonable". 

La reunión fue, más que nada, el punto de partida con reglas claras para abordar el problema. De ahora en más, se convocarán a los sectores de manera individual para revisar la situación de costos de cada cadena. La misma mecánica se aplicará a los sectores de la construcción y de electrodomésticos, las próximas mesas. 

Por el lado empresario se destacaron las presencias de Mario Ravettino, del consorcio cárnico ABC (grupo que acordó la carne a precios populares), el dirigente de la Mesa de Enlace y Sociedad Rural, Daniel Pelegrina; referentes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) y el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA). También fue parte el jefe de la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), Daniel Funes de Rioja. Fue, casualmente, el primero que pidió la palabra: horas antes, su entidad dio a conocer un comunicado fuerte contra el congelamiento de precios. "Nos quejamos de esto, pero tenemos voluntad de diálogo", expresó como adivinando alguna crítica. 

Pero el plan era otro. "Esta mesa no es para buscar culpables sino para encontrar soluciones", dijo Kulfas en la apertura del encuentro. Lo acompañaron sus pares de Trabajo, Claudio Moroni; Agricultura, Luis Basterra; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; la secretaria de Comercio, Paula Español; la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca y el secretario de Política Económica, Fernando Morra.

Los sindicatos, por su parte, aseguraron que el diálogo está presente en diferentes ámbitos, como las paritarias, pero que la idea es "defender ante todo el salario de los trabajadores". Participaron dirigentes de la CGT, la CTA, Empleados de Comercio y el Sindicato de la Alimentación. Rodolfo Daer, lider de este gremio, concluyó que "tenemos una larga experiencia de diálogo social, pero es la primera vez que estamos de manera tripartita todos los actores que tenemos que ver en la mesa de los argentinos”, y puntualizó que “en la inflación los que más sufren son los trabajadores". 

Punto por punto

El primer punto a trabajar será "Insumos alimenticios", un asunto que irán en línea con lo que ya se viene trabajando en las mesas de trigo y maíz. El punto 2 será "Insumos no alimenticios", todo lo que sea insumos industriales tanto del agro como los de la industria de producción de alimentos. 

El punto 3 será la cuestión "Logística", dada la influencia del transporte de mercaderías en los precios finales en góndola. El eje 4 es "Funcionamiento del Programa de Precios Máximos", el tema más áspero ante la presión manifiesta de los sectores productores de cortar con la canasta de productos congelados que se estableció como paliativo al bolsillo en el inicio de la pandemia. Y eje 5 es el denominado "Productividad", un capítulo que en el Gobierno identifican con el proceso de negociaciones salariales. 

"Queremos que haya compromisos cruzados, donde cada sector haga su aporte y entre todos converjan a los objetivos macroeconómicos", adelantaron los funcionarios en el marco del encuentro. En este contexto, plantearon que en 2020 hubo insumos que subieron por encima de los precios finales, por lo que se advirtió que la idea es armonizar en 2021 esas diferencias y las variables vayan "en sentido inverso". 

“No es posible corregir esto de un momento a otro. Necesitamos construir una narrativa donde prime la consistencia y la confianza. La política de desinflación es una parte de la política macroeconómica que incluye la política productiva, fiscal, cambiaria, monetaria y financiera", destacó el viceministro Morra. 

Desde el sector empresario, Gustavo Idigoras, del Consejo Agroindustrial, dijo a este diario que "celebramos el llamado al diálogo y la idea de confluir la inflación en base a acuerdos salariales y de precios. Son positivos los puntos planteados, sobre todo el de Productividad". El cierre del encuentro dejó una frase gráfica de boca de Cecilia Todesca: aseguró que el diálogo es como un mantel en la mesa en la que se charló. "Si tiramos mucho de uno de los lados, se sale", expresó en relación al esfuerzo conjunto que el Gobierno pretende para hacer confluir los indicadores de precios y salarios y la pauta de inflación.