La jueza de primera instancia en lo Civil y Comercial, Laboral, de Personas, Familia y Garantías de Cafayate y San Carlos, María Virginia Toranzos, ordenó al médico Aníbal Baeza del Hospital Nuestra Señora del Rosario de Cafayate abstenerse de “ejercer actos de violencia y cesar en el ejercicio de actos de perturbación o intimidación en el ámbito laboral que directa o indirectamente afecten la integridad” de una trabajadora del Hospital que lo denunció. 

Según se pudo conocer, la denunciante detentaba un cargo gerencial al que renunció de manera indeclinable. En la resolución judicial, además, se decidió que se oficie a la gerencia del Hospital, a cargo de Carlos Vargas.

El acusado había sido denunciado por haberse dirigido a la trabajadora de forma “agresiva y violenta” con “trato inapropiado, con tono alto y con gritos, formulando objeciones a su conducta y proceder en el servicio, con juicios descalificantes, cuestionamientos a ideales religiosos, atribuyéndole muertes de integrantes en el Hogar de Ancianos, calificándola de mentirosa compulsiva, desestabilizadora, mala persona”. El incidente fue dentro del Hospital y enfrente de otras personas. La mujer afirmó que el maltrato continuó con “un monólogo” de 15 minutos y siguió luego cuando ella volvió a su escritorio.

Los hechos acontecieron el 3 de febrero pasado y a la semana siguiente, según contaron fuentes hospitalarias a Salta/12, la trabajadora presentó la renuncia a su cargo y ahora está de licencia, a la espera de jubilarse porque ya cuenta con la edad requerida. 

Del fallo de Toranzos surge que con anterioridad Baeza “tuvo idéntico trato en tres ocasiones y la situación afectó” la salud de la denunciante. En el seguimiento de la causa se adjuntó además la copia de una nota que se elevó a la directora de la Zona Oeste del Ministerio de Salud Pública, Sandra Hermosilla, “donde se declaran situaciones similares con otros integrantes del hospital local”. Las notas fueron enviadas por dos enfermeras, y al menos una, lo hizo en nombre de distintos trabajadores del Hospital. 

La jueza dispuso contra el denunciado “la prohibición de acercamiento personal, la prohibición de comunicación por cualquier medio, sea telefónico, celular epistolar, o electrónico, o por terceras personas y por cualquier medio que signifique la intromisión injustificada, todo ello por el término de ley y bajo apercibimiento de desobediencia judicial”.

Movilización

Marcela Rodríguez, delegada de ATE en Cafayate, indicó que sobre la decisión judicial que incluye a Baeza y la denunciante (de quien se resguarda la identidad por ser la víctima de esta situación), dividió a los trabajadores del Hospital. Y ante ello, desde el gremio decidieron alejarse de cualquier tipo de contingencia por esta denuncia en particular. Sin embargo, afirmó que el médico denunciado “y hasta el gerente” del Hospital “además de otros médicos”, aplican malos tratos sobre quienes trabajan en centro sanitario en general, y sobre las mujeres en particular. “Las chicas que ingresan al quirófano son maltratadas cuando lo hacen con el doctor” Vargas, dijo la gremialista.

Agregó que, a entender de quienes denunciaron esta situación de violencia de género y laboral, Vargas no hizo nada con las denuncias verbales que se hicieron por el maltrato del denunciado, ahora intimado por la Justicia a cumplir con ciertas condiciones para no incurrir en desobediencia judicial.

La delegada sostuvo asimismo que el maltrato también pesa sobre algunos vecinos vallistos que son parte de una comunidad “sumisa y tranquila”. Si bien desde el gremio se alejaron de la denuncia resuelta por la Justicia, Rodríguez reconoció que fue el puntapié para que salgan a la luz otras denuncias que llegaron a distintos funcionarios del Ministerio de Salud y al gerente.

Aunque se intentó hablar con Vargas sobre la situación, no hubo respuestas.