El oficialismo fracasó ayer en su intento por aprobar una declaración contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Los diputados de Cambiemos y sus aliados alcanzaron apenas 74 legisladores, 55 menos del quórum necesario para iniciar la sesión especial que habían solicitado. Toda la oposición pegó el faltazo: el FpV, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista y el Frente de Izquierda, entre otros. Pero no sólo eso: hasta la diputada Elisa Carrió, presidenta de la comisión de Relaciones Exteriores y socia política de Mauricio Macri, se ausentó del debate, igual que otros 11 miembros del oficialismo. “Cambiemos ha protagonizado un verdadero papelón, ni siquiera ha logrado convocar a todo su interbloque”, señaló el legislador del FpV-PJ Guillermo Carmona, quien aseguró que la ausencia en conjunto de la oposición se debió “al intento de utilizar para la política interna una situación de conflicto en un país hermano”.

En medio de una tensa disputa entre el oficialismo y la oposición por la agenda legislativa, Cambiemos intentó ayer imponer la aprobación de un repudio al “golpe” en Venezuela. El fracaso de la convocatoria estaba cantado de antemano. El interbloque que preside el radical Mario Negri tiene 86 integrantes, por lo que no cuenta con el número suficiente para aprobar ninguna iniciativa sin el apoyo de alguna fuerza opositora. Intentó seducir al Frente Renovador al incorporar en el temario el texto de “repudio” presentado por Sergio Massa y Graciela Camaño pero no fue suficiente. Así, con la ausencia de Carrió, que justamente preside la comisión que debe tratar estos temas, sólo acompañaron al oficialismo el diputado bonaerense Franco Caviglia, el salteño Alfredo Olmedo y el ex gobernador de San Luis Claudio Poggi, aliado del macrismo. 

“Sabíamos que no tendríamos quórum pero la sesión la hicimos en minoría porque queremos apoyar la plena vigencia del orden democrático en Venezuela y que se ponga en marcha un cronograma electoral, como lo dispuso recientemente la OEA. Está alterado el orden constitucional, hay presos políticos e incluso hubo muertos”, sostuvo ayer Negri al terminar las exposiciones en el recinto de la cámara. El radical cordobés recordó que hoy se realizarán dos grandes manifestaciones en el país, una encabezada por Maduro y otra por el antichavismo.

La macrista Cornelia Schmidt-Liermann fue una de las encargadas de aprovechar el conflicto en Venezuela de Hugo Chávez para la campaña electoral : “Los que se cuelgan la bandera de los Derechos Humanos (por el kirchnerismo) de repente no la tienen cuando se trata de defender al pueblo venezolano”, aseguró la diputada, quien se reunió días atrás con Lilian Tintori, esposa de uno de los máximos referentes del antichavismo, Leopoldo López, quien se encuentra preso. 

Por su parte, Carmona retrucó que hay proyectos del FpV en los que reclaman “al presidente Macri que instruya a la canciller Susana Malcorra que cese con la actividad contra Venezuela y que inicie el diálogo para una salida negociada entre los propios venezolanos”. 

El bloque Justicialista, que lidera Diego Bossio y que habitualmente acompaña las propuestas del macrismo, emitió un comunicado para explicar su rechazo. “Con tantas cuestiones preocupantes para los argentinos, nos convocan a tratar la crisis venezolana. Es una vergüenza que no estamos dispuestos a asumir”, expresaron los diputados nacionales, quienes recordaron que ya se pronunciaron sobre la situación del país de la región. 

Desde el Frente de Izquierda, el diputado Néstor Pitrola (PO) sostuvo un argumento similar: “En el marco de la parálisis total del Congreso que no se reúne para debatir graves problemas nacionales como el aumento y la paritaria nacional para los docentes y la crisis de la educación pública, los despidos y suspensiones, y el aumento de emergencia para los jubilados, el oficialismo ha convocado a una sesión especial, ‘escuálida’ y progolpista sobre Venezuela”, disparó. 

La disputa parlamentaria continuará hoy con la convocatoria a tres sesiones especiales. Las primeras dos, motorizadas por la oposición, podrían correr la misma suerte que la del gobierno ayer. Recién la tercera, vinculada con la ley de electrodependientes logra consenso para su tratamiento.