Ambas Cámaras en el congreso aprobaron por unanimidad la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SNCTI), que impulsaba el oficialismo. El desarrollo del SNCTI del país goza de la tan ansiada política de Estado que siempre se declama. 

Sin embargo, la película es distinta: durante la gestión Cambiemos de los años 2015-2019 cayó la inversión en esta función presupuestaria en el orden de 39 por ciento en términos reales (descontada la inflación). En el mismo sentido fue la caída de los sueldos de investigadores, de las científicas y los científicos

Aquí radica la importancia de esta ley, la institucionalización de una política necesaria para transformar la estructura productiva del país, potenciar el desarrollo con valor agregado, federalizar el sistema científico tecnológico y la generación de empleos de calidad, siendo el Estado principal articulador de ese ecosistema.

Inversión

La inversión del Estado nacional en el sistema científico tecnológico como porcentaje del PIB había llegado a 0,35 por ciento en 2015 (venía de 0,18 por ciento en 2004), pero en 2019 esa proporción era de 0,25 por ciento. 

La nueva Ley de financiamiento va a permitir multiplicar por cuatro el presupuesto de SNCTI (Ciencia y Técnica en el Presupuesto): plantea escalonar la inversión hasta alcanzar el 1 por ciento del PIB en 2032. Es de una trascendencia enorme. No debe quedarse en esto. Debe seguirse integrando la inversión con las necesidades. De todos modos no es un camino que se inicia ahora. Es un desafío que la Argentina viene trabajando hace tiempo.

El viejo modelo de industrialización por sustitución de importaciones permitió ciertos avances en la complejización de procesos productivos, a pesar de conservar una estructura productiva dependiente de las exportaciones de materias primas, se había alcanzado un desarrollo relativo en algunas industrias.

La inédita globalización financiera tuvo impacto regresivo en la Argentina desde 1976, y en el marco del ajuste estatal se debilitaron los emprendimientos mixtos y el camino al desarrollo tecnológico (ya de por sí desordenado en aquel momento) de la industria.

No se parte de cero

Entre 2003-2015 se vieron interesantes avances como la instauración del Ministerio de Ciencia y Tecnología, creación de universidades públicas, ampliación de la carrera de investigador y mayores becas en el Conicet, la creación de Arsat y, en consecuencia, la potenciación de Invap, la creación del Ceatsa (Centro de Ensayos de Alta Tecnología SA). 

Sin embargo, la estructura productiva heredada del cambio estructural iniciado por la dictadura y consolidada en la década de los '90, la cual tenía una debilidad intrínseca en relación a la incorporación de actividades de alto valor tecnológico en los procesos productivos (en el marco del disciplinamiento social y sindical), tornaron muy complejas las intenciones por establecer un entramado productivo superador.

Dentro del período mencionado se destacan hitos históricos:

* El lanzamiento de dos satélites geoestacionarios (Invap).

* La creación del Sistema Nacional de Vigilancia y Control Aeroespacial (Sinvica) por intermedio del decreto 1407/04, el cual proveyó de radares para el control del tránsito aéreo (Invap).

* La repatriación de 972 científicos gracias a la promulgación de la ley “RAICES”.

* La puesta en marcha del Plan Nuclear Argentino, en el cual se destaca el primer prototipo del reactor nuclear de potencia diseñado y construido íntegramente en argentina Carem (iniciado en 2014). 

A estos hitos se les puede sumar:

* La de los Radares RPA 200, adquiridos por las FFAA, con tecnología que solo quince países tienen en el mundo.

* La fabricación de barbijos nanotecnológicos (Conicet, UBA y Unsam).

* El desarrollo de un tratamiento para pacientes severos de covid, como el suero equino hiperinmune, el cual cuenta con articulaciones público-privadas.

* Las investigaciones para la extracción de litio en forma sustentable y menos contaminantes entre investigadores del Inquimae.

* La exportación de partes de alta tecnología para satélites que realiza Invap a Brasil.

Invap, Arsat, YPF, Conae, Cnea, Inta e Inti son algunos ejemplos de organismos o empresas que conservaron gran parte de sus trayectorias y que pueden apuntalar algunas estrategias posibles en un futuro inmediato. No se partede cero.

Bienestar social

El país no puede ser competitivo sólo por precio. Los objetivos sociales y productivos no son compatibles con ello. Se necesita hacerlo con innovación y calidad de exportaciones tecnológicas y con diversificación. 

La relación entre público y privado, convenios con las universidades de todo el país, las políticas de inversión en ciencia y tecnología, integradas a las necesidades de innovación de las empresas, la profundización de la agregación de valor sobre productos primarios en su lugar de origen, la profundización de la estabilidad económica y la integración a distintos bloques comerciales regionales con líneas específicas en cada caso, son algunas de las líneas para el desarrollo, entre las cuales la innovación y la ciencia tienen un rol protagónico.  

* Miembros de la Fundación para el Desarrollo Urbano Sustentable (Fundus).