Bajo presupuesto es una tira que tiene 20 años en su haber. Nació en 2001 concebido por su autor, el nicoleño Caio Di Lorenzo, para explorar los límites del formato de tira de humor gráfico. En cierto modo, es una suerte de artefacto narrativo en sí mismo donde el personaje, unas cuántas líneas rechonchitas en el papel, juega con la hoja. Y le hace (hizo) de todo en estos 20 años en los que Di Lorenzo fue y vino al proyecto. Tuvo su primera edición recopilatoria en papel en 2009 y esta –que no se presenta como edición aniversario ni mucho menos- se llama Más Bajo presupuesto y suma otras exploraciones gráficas del autor.

Y así como su personaje a veces se para al costado de la tira, o mira por el borde, trae recursos del collage o incluso la prende fuego, algo similar podría decirse de Caio y su artefacto. En principio, porque es un emergente claro del “humor gráfico de ideas”, antes que del de “chiste con remate”. Un exponente del humor que en la época actual se remonta a Miguel Rep desde la contratapa de Página/12 y que luego a su modo popularizó Liniers, antes de experimentar un estallido en decenas de autores indies que se curtieron y construyeron un público a través de las redes sociales. Di Lorenzo estuvo al margen del fenómeno. Participó, sí, de las redes entre historietistas under de los ’90 y primera década de este siglo, pero su vínculo no fue tan presencial ni bajo los reflectores, aunque su manejo de los recursos del lenguaje de la tira gráfica serían una fuente de inspiración para muchísimos de las generaciones que le siguen, si viviera y expusiera en Buenos Aires y tuviera un poco más de circulación.

Lo notable es que 20 años después de la primera tira y construida ya una extensa obra en el campo, la lectura de Más Bajo presupuesto sigue siendo atrayente. Sigue habiendo en sus páginas hallazgos, truquitos ingeniosos (como el de “construir” la secuencia a través del corte de un ladrillo hueco). A su modo, Di Lorenzo montó un artefacto aparentemente eterno, con unas reglas internas muy específicas, pero que permiten un juego infinito, y donde la idea de una tira humorística que sea una “meta-tira” se multiplica. No es que el autor haga chistes con las reglas formales o de una vuelta de tuerca hacia adentro de sus resoluciones. Es que directamente abre el juego a otra materialidad en una tira que quizás esté más cerca de la plástica que de la historieta y que muy pocos después de Alberto Breccia consiguieron plasmar con cierta inteligencia. Algo que, muy probablemente, se deba a que Di Lorenzo también ejerce como pintor y expuso en espacios como el Centro Cultural General San Martín ,el Museo Roca, la Bienal de Arte joven del Museo Castagnino de Mar del Plata, en arte BA 2009 y en el extranjero.

De esa confluencia de saberes y lenguajes brota una tira inteligente, sólida, con un conocimiento profundo de su materia y de la que vale la pena aprender.

Lanzamientos

Todo es político! (Tute / Hotel de las ideas)

Tute es uno de los humoristas gráficos más brillantes del momento. En este libro recopila sus chistes políticos –no por ello partidistas- en torno a distintos temas. El título ya lo advierte: todo es político y así desfilan por sus viñetas tanto las decisiones macroeconómicas como luchas sociales como la legalización del aborto, la grieta, la posverdad e incluso la manipulación mediática. Sutil y claro, las viñetas de Tute tienen la contundencia de lo sencillo y sintetizan siempre un mundo.

Moonshine. Tren de miseria (Brian Azzarello y Eduardo Risso / Historieteca)

La dupla Azzarello-Risso es número fijo para las historias con una vuelta de tuerca noir. Esta segunda parte de Moonshine ahonda en las tribulaciones campesino-mafiosas de la norteamérica profunda donde –aún- habitan hombres lobo. Continuación directa del primer volumen –de lectura indispensable-, aquí el tándem se apoya en sus méritos habituales –personajes inquietantes, buen ritmos narrativo, una trama rojo sangre- y el despliegue de claroscuros de Risso.

Roberto Arlt (Diego Rey y Santiago Sánchez Kutika / Hotel de las Ideas)

Rey y Sánchez Kutika parten de la biografía de Sylvia Saítta. Para más precisión, la dupla toma la etapa entre Crítica y El Mundo. Y lo que proponen es un recorrido donde se subrayan algunos pasajes, pero dejando al lector la tarea de completar la figura de Arlt. El corazón de la historieta pasa por los vínculos que el escritor estableció con la escena literaria y el submundo criminal de Buenos Aires, dos elementos en cuya tensión construyó su literatura y muchas de sus aguafuertes.

Roque y Gervasio, pioneros del espacio (Federico Reggiani y Ángel Mosquito / Libros del cosmonauta)

Si un resultado posible para el costumbrismo paródico argento de ciencia ficción, es Roque y Gervasio, dos “exploradores” matriculados del espacio que se suben a una carcacha voladora y se relacionan (en los varios sentidos de la palabra) con la fito-xenofauna. Y aunque le humor “de suegras” resulte un poco anacrónico a esta altura del partido, las vueltas de tuerca, algunos chistes y un ritmo constante sostienen el artefacto: el oficio de los autores lleva la nave a puerto seguro.

Viñetas

Risso, Batman rosarino

Aunque el multipremiado dibujante Eduardo Risso es cordobés, es imposible no asociarlo a Rosario, donde conduce la organización de la convención internacional de historietas Crack Bang Boom. Su ciudad por adopción presenta una nueva muestra de su obra. Es en Plataforma Lavardén (Mendoza 1085, Rosario) y propone un recorrido por las páginas originales que el historietista realizó en torno a Batman. Batman por Eduardo Risso podrá visitarse hasta el 30 de abril e incluye medio centenar de páginas de publicaciones del encapotado de 2016 y 2020. Risso ganó tres premios Eisner como dibujante (2001, 2002 y 2004), otros tantos Premios Harvey (2002, 2003 y 2008) y un Yellow Kid (Italia, 2002). Además, “por su aporte al cómic internacional” se lo reconoció con el Inkpot 2017.

Nueva editorial

El flamante sello editor Feminismo Gráfico (un colectivo integrado, entre otres, por referentas del circuito como Mariela Acevedo o Daniela Ruggieri) anunció el lanzamiento de Banzai, la nueva novela gráfica de Julia Inés Mamone, más conocida como Femimutancia (Piedra bruja, Alienígena). Aún en fase de preventa del primer libro, el sello se anuncia como “un espacio de investigación artística, de aproximación a la críticas feminista y sexodisidente de las historietas y se propone editar historieta (en la colección «criaturas gráficas») y ensayos (en la colección «Ideas mutantes»)”.

Trondheim renuncia a los honores

El historietista francés Lewis Trondheim renunció a su medalla como “Caballero de las artes y las letras”. El dibujante reclama al Ministerio de Cultura galo por sus políticas autorales “inconsultas” y que, sostiene, fueron dictadas “por el lobby del Sindicato Nacional de Editores”. Entre otras disposiciones ministeriales, se estableció que los historietistas no tienen estatus profesional autoral. Trondheim considera esto “una afrenta” y llamó al ministerio “de Incultura”. Aunque se estiman en tres mil los autores de historieta francófonos, en rigor, las disposiciones ministeriales también afectan y le quitan estatus autoral a miles de trabajadores de otras disciplinas, como el cine, la plástica, la literatura y la fotografía, observa al respecto el portal ActuaBD, especializado en bande-dessinée.