Los techos de la escuela Nº 4216 del paraje La Puntana, en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, generaron preocupación a uno de los caciques de la comunidad del Pueblo Wichí que habita en el lugar. Abel Santillán entendió que el mal estado de los techos constituye un peligro para quienes asisten tanto al establecimiento primario, como al nivel secundario, que comparten el mismo edificio.

El cacique dio detalles de la situación de la escuela al ofrecer un panorama de la condición en la que está la comunidad, en donde una nena de 13 años fue secuestrada por dos hombres mayores de edad que abusaron sexualmente de ella y la golpearon. La fiscala de Violencia Familiar y Género de la ciudad de Tartagal, Lorena Martínez, solicitó al Juzgado de Garantías 1 que libre el pedido de captura nacional e internacional de los dos hombres, mayores de edad, que, según señaló la niña, son un criollo y otro de su propia comunidad. Al ser La Puntana un paraje que está en la frontera con Bolivia, se estima que ambos sospechosos ya cruzaron al otro país.

Santillán contó que el día que acontecieron los hechos, en la madrugada del 1 de abril, había reunión en el templo evangélico, por lo que hubo mucho ruido. Según la investigación de Martínez, los violadores atacaron primero a la hermana de la víctima, una nena de 12 años, pero ella logró escapar. Y luego secuestraron a la otra niña de 13 años. “En el Chaco es todo monte y hay una senda nomás. Pero el pueblo no tiene ni alumbrado público”, contó Santillán, explicando que a la nena la habrían llevado monte adentro para llevar a cabo la agresión sexual.

De la descripción de Santillán quedó claro que “a la vuelta de la escuela está todo oscuro y a veces tiene cortocircuito. Se hicieron los reclamos pero no hay solución”.

Para ratificar sus palabras el cacique envió las fotografías que ilustran esta nota, en las que se ve que cuando llueve, el agua atraviesa los techos de la escuela. “El portón está hecho pedazos. Hay lozas que se están cayendo pedazo a pedazo. Y cada vez que empieza a llover empieza a gotear”, contó el referente.

Santillán afirmó que hay una persona, que identificó como Omar Cuellar, “que parece que ganó una licitación para arreglar los baños de la primaria”, pero sin que hasta el momento haya concluido con la obra.

El estudiantado que concurre a los distintos niveles que se dictan en esta escuela está constituido por más de 600 chicos y chicas. En el entendimiento de Santillán, todos los concurrentes a la institución educativa están en riesgo de que el techo pueda caérseles encima, pues el cielo raso empezó a desprenderse “y los chicos intentan ir con cuidado para no pasar por ahí”.

Santillán advirtió que de no haber respuestas de los responsables del Ministerio de Educación, “nos vamos a ver obligados a levantarnos”, y realizar medidas de fuerza para que se arregle el edificio y deje de ser un peligro para la comunidad educativa.