El Ministerio de Desarrollo Productivo trabaja en una doble agenda. Ante la motivación que muestran los buenos números industriales que exhibe el primer trimestre, y con las mejoras en la proyección del PBI, se enfocan en la recuperación. Esta semana, la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa, a cargo de Guillermo Merediz, relanzó el Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC), que destinará 52 millones de dólares en aportes que no deben ser reembolsables, para asistir a 7000 pymes en mejorar la competitividad.

Sin embargo, ante la llegada de la feroz segunda ola de coronavirus, Merediz destacó: “Todas las medidas que sean necesarias para las pymes se van a implementar”. En diálogo con distintos medios en el Ministerio, anticipó que el Fondo de Garantías (Fogar) contará con 125 mil millones de pesos, por lo que podrá garantizar créditos por 500 mil millones. “Están los recursos para apalancar el financiamiento”, agregó.

De todos modos, aseguró que en la segunda ola no se tomarán las medidas de cierre como en marzo del año pasado, donde sólo abrían supermercados y farmacias. “La segunda ola es diferente, hubo un proceso de aprendizaje, hay una vacunación muy fuerte y aparte las empresas saben trabajar con protocolos, no tuvieron casos masivos, por lo que no estamos viendo que haya que volver a una situación como la del año pasado”, afirmó Merediz. “Las pymes detectan casos, no los propagan”, sentenció.

Actualmente, la Secretaría Pyme cuenta con 12 líneas de financiamiento activas, de las cuales más de la mitad (7) se destinan a inversión productiva. Al 31 de marzo ya se habían destinado 85 mil millones, con tasas del 30 por ciento. “En los últimos seis meses aumentó la demanda para inversión productiva”, contó Merediz, aunque también resaltó que la situación es heterogénea, por lo que hay también demanda para situaciones difíciles, como los créditos especiales otorgados al sector de la cultura.

Ante la recuperación heterogénea, desde el ministerio buscan que las empresas que exhiben números positivos puedan mejorar la competitividad, la productividad, ampliar la digitalización y la innovación, ser más eficientes, y así poder lograr una agenda exportadora. Bajo esta premisa es que esta semana se relanzó el Programa de Apoyo a la Competitividad (PAC), en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Si bien hace 10 años que se utiliza en Argentina, entre 2016 y 2019 sólo asistió a 3000 empresas, mientras que para 2021 esperan llegar a 7000 pymes. 

El programa le otorga a una pyme hasta el 80 por ciento del monto para financiar nuevos proyectos. El aporte es no reembolsable y puede ser de hasta 1,5 millones por empresa. La vigencia para inscribirse es hasta el 31 de diciembre. Los proyectos que pueden ser presentados por las pymes pueden estar relacionados con digitalizar y automatizar procesos, incorporar diseño e innovación, certificar la calidad de procesos para exportaciones, asistencia técnica, entre otros.

“Las pymes tenemos iniciativas, lo que nos faltan son recursos”, contó Juan Vauchuret, de una empresa fabricadora de etiquetas de Malvinas Argentinas, en un zoom con Merediz y otros empresarios que recibieron la asistencia. Vauchuret utilizó el aporte para poner en marcha un sistema de programación. “Cada vez que salimos a pedir un crédito nos piden 50 balances y 87 Padre Nuestro”, agregó irónicamente Luciano Galfione, dueño de una pyme textil de Catamarca, que utilizó el aporte para rediseñar los productos que exportan a Europa.

“Estas ayudas son el empujón que falta para tomar la decisión de invertir”, explicaron las hermanas Rita y Agustina, dueñas de una pyme de Jujuy, que exporta legumbres a 45 países. Utilizaron la asistencia para implementar un sistema de gestión de calidad para vender a mercados que se tornan cada vez más exigentes.

En 2020, con la llegada de la pandemia, el presupuesto de la Secretaría Pyme saltó de 3500 millones a 130 mil millones. Fueron asistidas 680 mil pymes, monotributistas y autónomos, con la garantía Fogar, los créditos a tasa cero y los préstamos a tasas subsidiadas del 24 por ciento. Ante la llegada de la segunda ola, el Gobierno decidió suplantar el ATP por el programa Repro. “Es la continuidad del ATP y es un instrumento importante porque cualquier pyme enseguida puede recurrir ante una dificultad”, concluyó Merediz.