El vicedirector ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, Geoffrey Okamoto, explicó que los 650.000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEG) que prevé inyectar el organismo a sus países miembro tendrán el objetivo de ser utilizados en "temas de salud y vacunación contra el Covid". “Los DEG son para adecuación de reservas, no para suplantar tramos de programas o préstamos del FMI que apoyan programas de reforma estructurales en los países", aseguró el ejecutivo.

"Tampoco para evitar una necesaria reestructuración de la deuda", advirtió, en lo que pareció un mensaje dirigido en especial a la Argentina, que intenta renegociar su deuda con el organismo por más de 44.000 millones de dólares. En el Ministerio de Economía que dirige Martín Guzmán hacen otra lectura: consideran que las palabras de Okamoto no hacen referencia especial al caso argentino, consignaron fuentes de esa cartera.

Okamoto confirmó que el FMI trabaja en aprobar los DEG en los próximos meses con el fin de permitir a los países más vulnerables afrontar erogaciones adicionales que han tenido por la pandemia y también para obtener vacunas hasta el próximo año. Como los 650.000 millones de dólares se distribuirán en forma proporcional entre los países miembros del organismo, de acuerdo a su cuota parte, a la Argentina le tocarían unos 4.400 millones de dólares. El portavoz del FMI, Gerry Rice, estimó que no sería aprobado antes de julio próximo.