Los alegatos finales en el juicio contra el policía Derek Chauvin, acusado de asfixiar hasta la muerte al afroamericano George Floyd en mayo de 2020, terminaron este lunes en la ciudad de Minneapolis y el juicio queda visto para sentencia a la espera de la deliberación del jurado. La Fiscalía del estado de Minnesota y la defensa de Chauvin expusieron sus argumentos finales durante unas cuatro horas frente al jurado, que deberá debatir a partir de ahora el caso y llegar a un veredicto por unanimidad. "Deben ser absolutamente justos", les dijo el juez Peter Cahill, pidiéndoles que "evalúen y sopesen las pruebas y apliquen la ley". Chauvin, de 45 años, enfrenta un máximo de 40 años de cárcel si es declarado culpable del cargo más grave, asesinato en segundo grado. Además es acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario.

La tensión fuera del juzgado se podía palpar en las calles de Minneapolis, sitiada por la presencia de miles de soldados de la Guardia Nacional estadounidense y otros cuerpos de seguridad, a la espera del resultado de una sentencia que podría llegar en los próximos días. Sorteando el enorme despliegue, el reverendo Al Sharpton y miembros de la familia de George Floyd caminaron hacia el juzgado. Junto a ellos la familia de Daunte Wright, otro joven afroamericano asesinado por la policía, el abogado Ben Crump, funcionarios del gobierno y activistas se reunieron en una emotiva oración frente al Palacio de Justicia local.

El juez Peter Cahill le recordó a los miembros del jurado la necesaria unanimidad de su veredicto y les pidió que lo basen únicamente en las pruebas presentadas en el juicio. En sus argumentos finales, el fiscal del estado de Minnesota, Steve Schleicher, aclaró que ser policía es "una profesión noble", pero Chauvin "traicionó su placa y todo lo que representaba" cuando presionó el cuello de Floyd con su rodilla durante nueve minutos y 29 segundos. 

"George Floyd pidió ayuda con su último aliento" y no era una amenaza para nadie mientras estaba tirado e inmovilizado en la vereda luego de haber sido detenido por la policía el 25 de mayo en Minneapolis, agregó el fiscal estatal. "Floyd suplicó hasta que no pudo hablar más", prosiguió Schleicher, y dijo que a Chauvin "todo lo que se le requirió fue un poco de compasión y no mostró nada ese día".

Por su parte el abogado de Chauvin, Eric Nelson, cargó contra la Fiscalía y aseguró que ésta no logró demostrar la culpabilidad del exagente policial. En su turno ante los miembros del jurado, Nelson recordó la presunción de inocencia de su cliente y apuntó que la labor de la Fiscalía de Minnesota es demostrar "que es culpable más allá de toda duda razonable". La defensa de Chauvin esgrimió en varias audiencias que Floyd se puso a sí mismo en riesgo al consumir el opioide fentanilo y metanfetamina antes de resistirse a los oficiales que intentaban arrestarlo, factores que habrían agravado la vulnerabilidad de su corazón enfermo. 

Tras los alegatos finales, los miembros del jurado se aislarán en un hotel para repasar todas las pruebas presentadas en el juicio y decidir si Chauvin es culpable o no de los tres cargos que enfrenta. La recta final de este juicio llega en un contexto de creciente tensión en el país luego del asesinato de Daunte Wright, de 20 años, a manos de una policía que dijo confundir su arma con una pistola taser en Brooklyn Center. A su muerte se suma la de Adam Toledo en Chicago. El niño de 13 años era perseguido por la policía al momento de recibir un disparo en el pecho, y tenía las manos en alto en clara señal de entregarse.