"Mi madre dejó de pintar cuando descubrió la obra de Los Chopen, grupo de artistas con discapacidad intelectual que ella misma fundó y del que forma parte su hermana, mi tía Pipi. Lo que el mundo espera de nosotros no siempre es lo que nosotros podemos darle. A veces el mundo espera poco y nosotros podemos mucho más. Esta es una exploración lúdica y poética sobre este gigante de múltiples cabezas".
Así presenta la realizadora Josefina Recio a su opera prima, el documental El huevo del dinosaurio, en el cual retrata las actividades de un grupo de artistas plásticos con discapacidad intelectual fundado por su madre Ana con la intención de promover su creatividad y su inserción social.
"Ellos pintan y su obra potente, vibrante y vital revoluciona nuestra mirada, haciendo que inevitablemente nos cuestionemos acerca de nuestros hábitos, costumbres, normas, sistemas de representación y producción, incluso la artística", destaca la cineasta.
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