Estados Unidos instó el viernes a Azerbaiyán a retirar sus fuerzas "inmediatamente" de Armenia, después de que ésta acusara a tropas del país vecino de penetrar en su territorio, una denuncia que hizo temer un nuevo estallido tras la guerra de seis semanas del año pasado. Azerbaiyán negó las acusaciones de Armenia de infiltración y dijo que sólo estaba moviendo las tropas fronterizas dentro de las áreas bajo su control.

Estados Unidos señaló informes según los cuales Azerbaiyán se estaba retirando y le instó a hacerlo sin demora. "Los movimientos militares en los territorios en disputa son irresponsables y también son innecesariamente provocativos", declaró una portavoz del Departamento de Estado, Jalina Porter."Esperamos que Azerbaiyán retire todas sus fuerzas inmediatamente y deje de hacer provocaciones", dijo a la prensa. Más tarde el ministro de Exteriores azerí, Ceyhun Bayramov se reunió con el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Philip Reeker.

Las nuevas fricciones entre ambos países, enemistados históricamente por el enclave de Nagorno Karabaj, comenzaron cuando el Ministerio de Defensa de Armenia denunció el miércoles que militares azeríes estaban realizando "trabajos" sin especificar en un tramo limítrofe de la provincia armenia de Syuinik, en el sur del país. 

El ministerio armenio denunció que los militares azeríes entraron tres kilómetros en su territorio al intentar rodear el lago Sev, hasta la cercana provincia de Gegharkunik, pero el avance cesó después de que militares armenios tomaran "las medidas pertinentes", informa la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.

El miércoles por la noche, el primer ministro en funciones de Armenia, Nikol Pashinián, declaró que Azerbaiyán había "invadido el territorio soberano del país" en un "intento de incursión subversiva", según el portal de noticias armenio Asbarez.

Estas declaraciones provocaron una conversación urgente entre Pashinián y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, para desactivar la tensión. Tras la comunicación entre ambos líderes, Armenia se comprometió a respetar los términos del acuerdo de alto el fuego alcanzado en noviembre del año pasado tras los últimos combates contra Azerbaiyán en Nagorno Karabaj. 

Pashinyan, pidió el viernes a Rusia apoyo militar, y también dijo que Francia estaba considerando incluir el asunto en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU. Azerbaiyán recuperó el año pasado un territorio controlado por Armenia durante décadas en unos combates que dejaron unos 6.000 muertos.

Estados Unidos mantiene estrechos lazos con Armenia, y el mes pasado el presidente Joe Biden dio un paso histórico al reconocer como genocidio las matanzas masivas de armenios del periodo 1915-1917 por parte del menguante Imperio Otomano, Washington también ha procurado, sin embargo, mantener relaciones con Azerbaiyán, un importante actor energético y socio clave de Israel, aliado de Estados Unidos. Armenia y Azerbaiyán intentan rebajar un repunte de la tensión tras un nuevo conflicto fronterizo.