El tiempo suele colocar las cosas en su lugar. Sin proponérselo, el gobierno de Mauricio Macri –al que no le interesaban las políticas de Derechos Humanos- empujó a los integrantes de la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad a conseguir su objetivo. Decidió trasladarlos en castigo desde el ministerio de Hacienda a los pisos 1° y 2° del edificio de la avenida Corrientes 1302. No sabía que ahí funcionaban las oficinas del Ente Autárquico Mundial ’78 (EAM). Tampoco lo sabían Julián Scabbiolo y sus compañeros de la cartera de Obras Públicas, donde nació la idea de recuperar los legajos de los trabajadores desaparecidos. Ahora el lugar se transformará en un sitio de memoria. La resolución que lo confirma ya está firmada y es un reconocimiento a la labor de la Comisión que se dedica desde 2007 a los DDHH.

Una vieja boleta de ABL les permitió descubrir a los trabajadores que, donde ahora se desempeñan, había tenido su bunker el vicealmirante Carlos Alberto Lacoste. La factura de alumbrado, barrido y limpieza de la CABA dice todavía 43 años después: “Estado Nacional Argentino M.78”. Sigue bajo el mismo dominio hasta hoy pero cambiará su nomenclatura. La Secretaría General de la Presidencia de la Nación de la que dependían las oficinas centricas le cedió su uso al ministerio que dirige Gabriel Katopodis bajo una condición. Que se destinen a la creación de un Espacio de la Memoria sobre el EAM ’78, con la instalación de aulas y mesas de lectura así como un lugar de guarda y consulta de material bibliográfico de la Biblioteca Roberto Repetto, las oficinas para la Comisión que coordina Scabbiolo y el archivo sobre las víctimas del terrorismo de Estado del movimiento obrero argentino.

El objetivo del traslado con ese fin consta en una resolución de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (ABBE) que se acaba de conocer. Señala que la Secretaría de la Presidencia de la Nación que depende de Julio Vitobello le concede el uso de los pisos 1° y 2° ubicados en la avenida Corrientes Nº 1302 -que hace esquina con Talcahuano- al ministerio de Obras Públicas. La superficie total de las oficinas que funcionan ahí asciende a 525,09 metros cuadrados.

En el texto de la ABBE se lee que “los inmuebles constan de dos pisos distribuidos entre distintos organismos del Estado Nacional cuyas instalaciones en general están en estado regular, con ascensor en funcionamiento, los sanitarios, iluminación y matafuegos en condiciones, las condiciones de higiene y seguridad en estado regular como así también la arquitectura, con gran cantidad de humedades, con deterioros de cielorrasos, paredes y pintura”. La Secretaría de la Presidencia de la Nación señaló en una nota del 8 de abril pasado que “los inmuebles se encuentran en condiciones de ser desafectados por resultar innecesarios para las competencias, misiones y funciones de la repartición”.

El anuncio fue recibido como una decisión necesaria por la Comisión de Trabajo por la Reconstrucción de Nuestra Identidad que integra Scabbiolo junto a un grupo de compañeros y compañeras. Investigan desde 2007 las historias de los desaparecidos que ocasionó la dictadura cívico-militar del ’76 y recuperaron sus legajos en empresas estatales que ya no existen: ENTel, Segba, Gas del Estado, Obras Sanitarias, ELMA y Encotel. Esa tarea también se extendió a trabajadores del ámbito privado y ya suman más de 700 los casos encontrados.

“La decisión política de la Secretaría de Presidencia es impresionante, tanto como que estos pisos siguieron registrados durante tantos años a nombre del EAM ’78. Las oficinas habían sido compradas por el Estado el 12 de enero del ’77 como consta en el Registro de la Propiedad Inmueble”, dice Scabbiolo. El coordinador de la Comisión reconoce en Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, un factor clave para que se consiguiera el reconocimiento a los dos pisos del edificio como sitio de memoria.

“Cuando una puede dar una mano, lo hace. Y en este caso cómo no iba a darla si se trata de un trabajo maravilloso el que hace la Comisión con los legajos de los trabajadores desaparecidos. En buena hora. Una prueba es que yo también recibí el legajo de mi hijo Alejandro. Cuando le expliqué esto a Julio Vitobello me dijo que estaba encantado de colaborar para que la Comisión tuviera su lugar en donde funcionó el EAM ’78. Pero fue una decisión de nuestro querido Presidente, él dio la orden. Esto demuestra hace 44 años que, como Madres de Plaza de Mayo, la única lucha que se pierde es la que se abandona”, le comentó Taty Almeida a Página/12.

La iniciativa también fue acompañada con el pedido de posesión de las oficinas de Corrientes 1302 por el secretario de Obras Públicas de la Nación, Martín Rodrigo Gill, quien le envió una carta al presidente de la ABBE, Martín Cosentino, para su instrumentación ya que administra en forma eclusiva los bienes inmuebles del Estado. Vitobello además hizo el pedido concreto a la ABBE en otra carta: “Considero oportuno manifestar que es de vital importancia que el Estado Nacional pueda transformar ese espacio en un lugar de uso gratuito, dedicado a la formación y transmisión de los valores de Memoria, Verdad y Justicia”, escribió. La conducción de la CGT también se sumó a la solicitud.

En el 2° piso del edificio donde hasta la década del '90 funcionaba en otras oficinas la editorial Perfil, el vicealmirante Lacoste solía atender cuestiones del EAM e intimidar a ciertas visitas. En el verano de 1981, hace casi 40 años, el marino de gesto avinagrado – murió en 2004 - le exigió al vicepresidente de Boca, Pablo Abbatángelo, que el club desistiera de contratar a Diego Maradona. “Juega en River o nada”, le dijo en tono amenazante. La historia del médico y directivo boquense no se conocía hasta diciembre pasado. Su hijo, también llamado Pablo, arquitecto y heredero de la agrupación La Bombonera -la más antigua del club– brindó su testimonio ante la comisión que reconstruyó los legajos de desaparecidos. Esos pedazos de historia política y futbolera en tiempos de dictadura son los que intentará unir y completar el grupo de trabajadores del Estado. Una misión que alcanzará a todo lo que pasó en el EAM cuya documentación apareció en 2017 y quedó bajo la custodia del Archivo Nacional de la Memoria en la Ex ESMA.

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