El promedio de los monoambientes ofertados en Capital Federal es de 26.000 pesos, mientras que el salario mínimo vital y móvil es de 24.408 pesos. No alcanza para pagar el alquiler de un monoambiente medio, mucho menos para cubrir expensas, servicios y otros gastos. El informe mensual sobre precios de alquileres de mayo 2021 realizado por el CESO -Centro de estudios Scalabrini Ortiz- muestra que alquilar puede implicar problemas a la hora de obtener garantías o pagar las comisiones pero el costo del alquiler es la primera barrera de ingreso.

Los aumentos con respecto al mes pasado fueron de 4,0 por ciento en los monoambientes, 3,4 por ciento para los de 2 ambientes y del 7,1 por ciento para el caso de los departamentos de 3 ambientes. En los últimos 12 meses, el costo de alquilar un monoambiente en Capital Federal aumentó 45,3 por ciento. En los departamentos de 2 ambientes la suba fue de 50,0 por ciento y de 60,7 por ciento en los de 3 ambientes. Por otro lado, el último dato de inflación muestra que para el período abril de 2020 a abril de 2021, la variación de los precios fue de 46,3 por ciento. El Índice para Contratos de Locación que publica diariamente el Banco Central muestra un incremento de 28,9 por ciento entre mediados de julio de 2020 y mediados de mayo de 2021.

En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los altos precios impiden a gran parte de la población alquilar siquiera un monoambiente promedio, empujándola hacia zonas con infraestructura y servicios de menor calidad. Para que los argentinos puedan acceder a una vivienda, el poder adquisitivo del salario primero debería dejar de caer y luego empezar a recomponerse frente al promedio de precios de la economía

Los valores de los alquileres mencionados anteriormente no incluyen expensas, las cuales alcanzan en promedio el 20 por ciento del costo de alquiler. El promedio de las ofertas de departamentos de dos ambientes es de 30.000 pesos y de los de tres ambientes 45.000 pesos. En cada categoría, los precios varían en función de otras características propias (tales como antigüedad o si posee cochera) y de su entorno (infraestructura, disponibilidad de transporte, cercanía a centros comerciales entre otras).

El precio del alquiler es uno de los principales determinantes a la hora de tener un "techo", destaca el informe del CESO. Su impacto sobre el acceso a la vivienda y especialmente sobre las condiciones en las que se accede a ella son muy importantes. El problema de la ley de alquileres es que hay un vacío en cuanto a los precios de los contratos nuevos. Por esta razón, a la hora de renovar los alquileres, los propietarios pueden aumentar los precios tanto como quieran. Y lamentablemente, al ser el "techo" una condición básica para desarrollar el resto de las actividades necesarias para realizarnos tanto a nivel individual como social, a los inquilinos no nos queda otra que aceptar esos precios. Especialmente en las grandes urbes, donde la demanda es constante y la adaptación a los espacios es mucho más compleja” expresó Virginia Brunengo, economista de CESO

"En cuanto a la inflación, el Índice depende en un 50 por ciento de la evolución de los precios (medida a través del IPC-Indec), es decir que está directamente relacionado a la misma. El otro 50 por ciento lo determina la evolución del Ripte -Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables- Como hablamos al principio, no afecta al precio inicial del contrato sino a sus sucesivas actualizaciones”, concluyó Brunengo.