"Ya se comenzó a crecer y eso es bueno para la industria", señaló hoy el ministro de Producción, Francisco Cabrera, a pesar de que los números del INDEC demuestran una caída del 2,4 por ciento en el primer trimestre del año. El único dato positivo fue una desaceleración de la caída: en la comparación interanual, la actividad cayó un 0,4 por ciento en marzo.

Por su parte, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, con el mismo espíritu de su colega de Producción, celebró en el Palacio de Hacienda el "sobrecumplimiento" de la reducción del déficit primario —los gastos del Estado en salarios, transferencias, subsidios e infraestructura—, que no incluye el déficit financiero —los intereses de la deuda— que, según las propias cifras oficiales, ascendió a 70.637 millones de pesos, lo que implica un incremento de 9,4 por ciento con relación al mismo período de 2016. 

Durante marzo, la Industria automotriz bajó 3,4 por ciento internual para cerrar el primer trimestre del año con una suba del 3,7 por ciento, mientras que la industria metalmecánica subió 4,9 por ciento y recortó la pérdida del primer trimestre al 1,7 por ciento.

En tanto, la producción de acero crudo subió 23,5 por ciento, debido al impulso de la construcción —subió un 10,8 por ciento y cortó una caída de 14 meses— y cerró el período enero-marzo con un alza del 0,3 por ciento. La producción de petróleo continuó su caída con un 4,2 por ciento en marzo para acumular una merma del 4,4 por ciento en lo que va del año, mientras que las sustancias químicas mostraron una caída del 2,2 por ciento y 1,9 por ciento respectivamente.

De acuerdo con la encuesta cualitativa del Indec, el 45,2 por ciento de las empresas prevé un aumento de la demanda interna para el segundo trimestre, mientras que un 54,8 por ciento espera un horizonte de continuidad recesiva: un 44,4 por ciento anticipa un ritmo estable, y el 10,4 por ciento prevé una baja.

En un informe difundido ayer, la consultora FIEL, cercana al Gobierno, había señalado que la industria se encuentra en el nivel más bajo desde el primer trimestre de 2010, tras el estallido de la crisis financiera internacional en 2009.

Cabrera, sin embargo, se mostró optimista y sostuvo que "con la baja de la inflación está aumentando el salario real y la capacidad del consumo", afirmaciones desmentidas por la retracción de las ventas en los supermercados, que en marzo se retrajeron 5,6 por ciento, según la Asociación de Supermercados Unidos (ASU).

"Como siempre que se recupera la economía, primero crecen algunos sectores y luego viene el resto con un pequeño rezago; la agroindustria crece muy fuerte y las exportaciones a Brasil vienen más lento", analizó Cabrera. 

Mientras tanto, en el Palacio de Hacienda, Dujovne explicó que para el primer trismestre "la meta era de un déficit primario del 0,6 por ciento del PBI" y "el resultado ha sido de de 0,2 por ciento del PBI". El objetivo anual del Ministerio de Hacienda se ubica en un déficit primario del 4,2 por ciento, pero la proyección indica que el primer trimestre fue el más favorable, ya que no cuenta con los futuros aumentos paritarios ni con el aporte extraordinario que significó la recaudación vía blanqueo de capitales. 

De acuerdo con los datos oficiales, durante el primer trimestre los ingresos totales aumentaron 41 por ciento en términos interanuales, mientras que el gasto creció al 35 por ciento. 

Al incorporar al cálculo de las cuentas públicas el déficit financiero -los intereses de la deuda pública-, el rojo asciende a 70.637 millones de pesos, lo que implica un incremento de 9,4 por ciento, con relación al mismo período del año pasado. Este resultado se produjo luego de que en marzo se registrara un rojo financiero de 35.082 millones de pesos, un 16,4 por ciento más que un año atrás. Ayer, el Ministerio de Finanzas colocó Letras del Tesoro (Letes) por 800 millones de dólares a 182 y 364 días, que abultarán ese déficit.