Una compañía de artistas "ocupa" una fabrica recuperada por sus trabajadores con el objetivo de montar la obra Bodas de Sangre, de Federico García Lorca, con una propuesta de teatro y música. ¿Existe una identidad para un flamenco del sur, portuario, urbano y postindustrial? El documental Bailar la sangre, co-escrito y co-dirigido por Juan Andrés Martínez Cantó y Eloísa Tarruella, se anima a dar otro paso de exploración lorquiana: un paso de baile.
La cámara sigue a los integrantes de la compañía, y registra no solo los ensayos y cuadros de la obra, sino también el trabajo de equipo de producción y técnicos del film en su tarea de registro de los mismos y entrevistas a los artistas. “De alguna manera, esto resignifica a la obra de Lorca de una manera post industrial, urbana, rompe con la visión campesina que él tenía, para respetar esa impronta que tuvo en la versión de Saura, o la que mostró Juan Carlos Gené”, explicó en una entrevista Martínez Cantó.
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