Aproximadamente el 92% de la población argentina vive en áreasurbanas, lo cual tiene implicancias económicas, políticas y sociales. Sin embargo, los problemas ambientales son una parte importante del rompecabezas que no debemos descuidar, ya que la urbanización es una de las principales amenazas a la biodiversidad. 

A menudo transitamos nuestras ciudades, primordialmente grises por la cantidad de cemento y asfalto, sin notar la desconexión física y emocional que tenemos con la naturaleza. La falta de espacios verdesurbanos tiene consecuencias ecológicas, pero también afecta nuestra salud física y mental, situación que se hizo más notoria durante el. encierro por la pandemia de COVID 19. 

Una forma de reverdecer las ciudades viene de la mano de latransformación de espacios inertes como lo son los techos de nuestrasviviendas o edificios en cubiertas vegetales. Los beneficios de los techos verdes son variados: regulan la temperatura de la vivienda y laciudad, evitan inundaciones, y mejoran la calidad del aire. Sin embargo, poco se sabía sobre si estos techos realmente contribuían ala conservación de plantas y animales, y menos aún aplicados en Latinoamérica. 

Cuando pensamos en un techo verde generalmente imaginamos un espacio. cubierto por césped. Sin embargo, mantener este tipo de vegetación implica una gran inversión en recursos hídricos para conseguir un “desierto verde” en términos de biodiversidad, al ofrecer pocoalimento y refugio para las especies. Desde hace cinco años, junto a mi grupo de investigación, estudiamos techos verdes del gran Córdoba, analizando su rol como hábitat para distintos grupos de insectos y otros artrópodos. Uno de los resultados más interesantes fue que lostechos estuvieron cubiertos por muchas especies de plantas y que el 66% crecieron espontáneamente, sin ser sembradas. Este tipo de plantas, como la flor de Santa Lucía o la campanilla, consideradas como inútiles o molestas en nuestras huertas o jardines, en un techoverde pueden cumplir un rol fundamental para aumentar la biodiversidadde insectos. Puntualmente, observamos que un mayor número de especies de plantas fue un factor clave que favoreció la diversidad de especies de insectos que se alimentan de otros insectos (por ejemplo, avispas parásitas y vaquitas de San Antonio), y que por lo tanto son nuestros aliados al consumir potenciales plagas.

Ahora bien, ¿por qué preocuparnos por los insectos cuando hablamos de biodiversidad? Porque más del 50% de las especies del planeta son insectos. Son un componente clave de las cadenas alimenticias y cumplen numerosas funciones y servicios ecosistémicos, como la polinización, el control de plagas y el reciclado y la descomposición de residuos orgánicos. En los últimos años han surgido trabajos quede muestran que las poblaciones de insectos están en franco retroceso y la urbanización es una de las causas de esta situación. En los techos verdes que estudiamos (1.750 m2 en total) encontramos casi 500 especies diferentes de insectos, y en total más de 13 mil individuos incluyendo mariposas, polillas, avispas pequeñas, vaquitas de San Antonio, chicharritas y abejas. Esto demuestra que estos ambientes puedenfuncionar como verdaderos ecosistemas. Pero, ¿podrían ser los techosverdes una solución para recuperar a los insectos en las ciudades y a la vez brindar otros beneficios a las personas? Definitivamente es un camino posible, sobre todo desarrollando techos biodiversos, que pueden favorecer a los insectos y también a nosotros mismos en relación a nuestra salud emocional y conexión con la naturaleza.

* Doctora en Ciencias Biológicas. Investigadora adjunta en elInstituto Multidisciplinario de Biología Vegetal-CONICET-UNC.Exploradora de National Geographic.