1) Argentina fue apenas superior y estuvo más cerca de la victoria fundamentalmente porque mostró más voluntad de ganar ante un rival que en los últimos veinte minutos, enamorado del empate se metió muy atrás, y resignó cualquier posibilidad de jugar de contraataque. Si se hace la cuenta de las jugadas de gol ahí se inclinará la balanza a favor de Argentina. Entre las llegadas se deberá incluir la acción del penal a Lautaro Martínez. ¿Fue penal? La respuesta es: penal de VAR. Que la tenés que ver un montón de veces para advertir que el defensor chileno Maripán le traba la pierna a Lautaro Martínez. Sin VAR eso no era penal en ningún lugar del mundo.

2) Vocación ofensiva no le faltó al equipo de Scaloni, pero si mostró falta de juego para generar triangulaciones y llegadas asociadas. Casi todas las jugadas de ataque fueron consecuencia de destellos individuales. Messi con intermitencias, enganchado y tirando, Lautaro Martínez en el segundo tiempo, Di María de a ratos, De Paul insistiendo con remates de media distancia, casi siempre con algún rival encima.

3) Chile mostró más prolijidad en la mitad de la cancha en el período inicial, porque ocupó mejor los espacios y estableció una superioridad numérica que De Paul y Paredes no pudieron equilibrar, pese a los intentos de colaboración de Di María, volcado sobre la derecha y Ocampos sobre la izquierda. Ahí, en el medio estuvo el principal déficit de Argentina, algo que posiblemente se pueda solucionar cuando vuelva Lo Celso. O cuando Exequiel Palacios esté para jugar 90 minutos.

4) El resultado final dejó un gustito amargo porque se soñaba con llegar a la punta de la tabla al menos hasta que juegue Brasil, pero hubo algunos rendimientos individuales que abren algunas ventanitas de ilusión. El rendimiento más elevado fue el de Cristian Romero. El central del Atalanta, la gran novedad en la formación del equipo de Scaloni mostró personalidad en un puesto en el que al fútbol argentino no le sobra nada. El ex jugador de Belgrano, de 23 años, fue firme, sólido, salió a anticipar siempre con mucha noción de tiempo y distancia, metió buenos pases rasantes y también ganó de arriba cuando fue a buscar al área rival. Ahí, con Otamendi en un nivel discreto, su aparición es una noticia alentadora si Scaloni no le tiene miedo a la experimentación asi se trate de un torneo fundamental como son las eliminatorias. Buscar renovar y va a fondo. Puede salir muy bien como pasó con Romero, aunque las entradas de Julián Alvarez, Molina y Lisandro Martínez parecieron una exageración.

5) El arquero chileno Claudio Bravo les dio respuestas a los que se preguntan cómo puede ser que Gabriel Arias no sea el arquero de la selección trasandina. Le sacó una pelota dificilísima a Messi, un tiro libre al ángulo al que no todos hubieran llegado y además respondió bien en dos remates del mismo Messi en el tramo final del partido. Fueron dos remates, uno abajo y otro al segundo palo que resolvió con gran autoridad.

Y en otro remate de Lautaro Martínez mostró la misma seguridad. La mayor parte de las llegadas de Argentina fueron con disparos desde afuera, pero ese es un problema del equipo de Scaloni del que no se puede hacer cargo Bravo. Por otra parte, en la pelota que dio en el travesaño, no tenía ninguna culpa si la pelota entraba.

6) El vaso medio vacío muestra que no hubo llegadas asociadas, que faltó más juego en el medio y que se empató de local, lo que no es buena noticia. En el vaso medio lleno nadan Messi que está intacto y sobre todo el pibe Romero que la rompió. También nada en ese vaso medio lleno la casi certeza de que se mejorará contra los colombianos, en un partido que será de ida y vuelta.