"Cumplimos medio siglo de vida habiendo nacido en las turbulencias de los años 70. Fueron etapas muy particulares de la Argentina y sufrimos muchas detenciones de parte de la dictadura. Yo mismo fui cesanteado durante mucho tiempo, y el gremio logró que fuéramos reincorporados", recordó Juan Carlos Schmid, secretario general del sindicato de Dragado y Balizamiento, al celebrar un nuevo aniversario de su creación. El gremio festejó su cincuentenario con la inauguración de una escultura que representa a los trabajadores del sector y su vinculación con las dragas y el lecho de los ríos, en el hall central de la estación fluvial de la empresa Buquebús.

"El emplazamiento de esta escultura lo que quiere representar es la permanencia en el tiempo. Esta escultura queda para que la absorban los futuras generaciones", afirmó Schmid. La obra inaugurada fue realizada por el escultor Leo Vinci, un artista plástico que cuenta con gran prestigio internacional y entre cuyos trabajos, realizados a lo largo de sus noventa años, se encuentra una escultura emplazada en el Parque de la Memoria, que recuerda a las víctimas del terrorismo de Estado.

El 11 de junio de 1971 nació el Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, bajo el amparo del Estado. "Es un gremio que sufrió una mutación muy importante, porque éramos estatales y ahora somos trabajadores mixtos con la integración del sector privado", indicó Schmid, que también lidera la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (Fempinra). Con el devenir de la historia, la organización de los trabajadores sufriría el desmantelamiento del Estado con el ingreso del capital privado durante los años 90, bajo la presidencia de Carlos Menem, quien concesionó el dragado de los ríos a cambio del cobro de peajes, aunque el compromiso de control estatal nunca se cumplió.

"Esto significó una transformación muy profunda porque había que discutir convenios colectivos que no teníamos y sistemas de trabajo y de productividad totalmente distintos cuando estábamos en la administración central", explicó Schmid. 

"Uno no se da cuenta cómo pasa el tiempo, cómo se van encadenando los hechos. Yo estoy de la primera hora, pero hay muchos compañeros que lamentablemente ya no están con nosotros", dijo el dirigente gremial, tras recordar la decisión de los trabajadores de parir un sindicato a pesar de estar en los inicios la dictadura de Alejandro Lanusse. 

En el acto estuvieron presentes el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, el dueño español de la empresa Buquebús, Juan Carlos López Mena, además del titular del Sindicato de Trabajadores de Edificios (Suterh), Víctor Santa María, autoridades de Prefectura y trabajadores del sector. 

"El hombre y el trabajo son nuestras políticas de gobierno. El mejor modo de inclusión es el trabajo, debemos asistir cuando haga falta pero no podemos perder de vista el objetivo que es la incorporación al mundo del trabajo. Nadie se desarrolla en una comunidad que no se desarrolla", indicó Moroni cuando tomó la palabra. 

Un tema que se coló en la celebración del sindicato fue el debate en torno a la hidrovía Paraná-Paraguay. "Hemos manifestado que en muchas ocasiones está faltando la voz de los trabajadores, que al fin y al cabo son los que hacen el canal", dijo Schmid a este diario, luego del acto aludiendo al debate iniciado por el senador del Frente de Todos Jorge Taiana. "Le hemos manifestado a quienes impulsan el debate, como el senador Taiana, que discutir sobre la bandera de la soberanía no es preciso. Estamos a favor de que se amplíe la estructura de navegación con el canal Magdalena, que haya que controlar la concesión y que sea una política del Estado", explicó el representante de los trabajadores de Dragado y Balizamiento, que ya en su discurso de inauguración de la escultura había destacado que "hacía muchísimos años que la República Argentina no ponía en agenda pública la discusión sobre su entramado portuario, la navegación interior y el dragado. Fueron cuestiones ocultas para el hombre de a pie".