Al deseo de quienes pugnan por restablecer la educación con asistencia presencial en las escuelas –el intendente Pablo Javkin entre ellos–, la ministra de Salud Sonia Martorano le opone la única voz en el Gobierno que rechaza de plano tal posibilidad, al menos por ahora. Ayer lo reiteró desde el vacunatorio de la ex Rural, al señalar que la propagación del virus todavía es intensa y la capacidad de internación en hospitales y sanatorios sigue al límite como para pensar en mayores flexibilidades. Por cierto, también reprochó la apertura de gimnasios fuera de la norma que impone el decreto provincial y, a cuento de ello, le reclamó "a los intendentes y presidentes comunales" que sean consecuentes y controlen como es debido. "Porque si el nivel de contagios sigue, el problema es de todos", advirtió en modo tácito pero mirando hacia el Palacio de los Leones.

Martorano empezó con la mitad llena del vaso, al destacar el ritmo de vacunación, a razón de 40 mil turnos diarios y 1,3 millón de dosis aplicadas (entre primera y segunda). En este sentido, reveló que la meta inmediata es llegar a vacunar cuanto antes –45 días, tal vez– al 40% de la población. Citó el caso de Israel, que al llegar a esa proporción empezó a torcer el panorama a favor de la apertura y la presencialidad. "No estamos lejos de eso, es una meta corta que no significará la inmunidad de rebaño (para eso se calcula que es preciso inocular al 70% de la población) pero es un paso importante", dijo la ministra. 

El 40% de la población equivaldría a 1,5 millón de personas vacunadas. Hasta ayer, era 1,1 millón las que habían recibido al menos la primera dosis. "Si seguimos así, en un mes o mes y medio podemos llegar", estimó la titular de la cartera sanitaria.

Sin embargo, en cuanto a la tentativa de evaluar la presencialidad escolar fue tajante. "Con la incidencia de casos estamos en mil, duplicamos el límite aceptable, es un número alto, por mucho menos en Alemania se suspendieron las clases presenciales", advirtió Martorano. En rigor, la incidencia de casos (contagios cada 100 mil habitantes) el miércoles estaba en 926 en Rosario, cuando lo aceptable es 150. 

El otro indicador adverso para los que piden mayor apertura de actividades es la ocupación de camas en el sistema de salud. La ocupación de camas críticas en el sector privado está en el 88%, y en el nivel público está por encima del 90%. "Son números altísimos", señaló. Confrontada con declaraciones casi en simultáneo del intendente Javkin ("El mejor homenaje que le podemos hacer a Belgrano es que el martes los chicos ya estén en la escuela", dijo), la ministra  contestó: "Lo vamos a evaluar, a todos los intendentes le pedimos que generen los controles porque si hay contagio el problema es de todos. Parece que la curva se amesetó y parecería haber cierta disminución, pero no hay que apurarse, todo va de la mano de que nos cuidemos", resistió. 

Martorano cuidó, no obstante, de que no aflore una polémica entre la Casa Gris y la gestión municipal, y trazó en ese sentido: "La presencialidad es lo primero que debe volver y lo último que se debe cortar. No vamos a generar más aperturas si no hay presencialidad", prometió. Pero recalcó que "todavía no es el momento adecuado".

Con el mismo criterio, la responsable de la gestión sanitaria apuntó al sector de los gimnasios, dado que varios establecimientos del rubro reabrieron desde el decreto provincial del viernes pasado. "Me he enterado de que hay gimnasios funcionando en espacios cerrados, sin estar habilitados", reprochó Martorano.

Lo que la normativa vigente autoriza son actividades de esparcimiento físico sin contacto entre personas y al aire libre. No es el caso de los gimnasios, que sin embargo consiguieron la venia de la Municipalidad para retomar su actividad con la condición de que garanticen ventilación cruzada. "Con turnos reducidos y con esa adecuación en los que tienen patios o ventanales, se puede ventilar de manera adecuada y no vemos por qué no se pueda trabajar", dijo Luciano Gottig, representante de la Cámara de Gimnasios de Rosario.

La contrariedad de Martorano se debe menos a los comerciantes que a las autoridades municipales que accedieron al lobby privado. ""Solamente al aire libre están habilitados, ¡eh! Ni gimnasios cerrados, ni estadios cerrados. Vamos a hablar con las autoridades locales por este tema y deberán evaluar sanciones, porque tienen la potestad. No pueden funcionar en el lugar cerrado, porque son fuente de contagio. Las actividades deben ser al aire libre", enfatizó.