España se sumó a la corta lista de países europeos en anunciar que dejará de ser obligatorio el uso de barbijos y tapabocas en espacios públicos. La medida fue posible debido a la significativa baja de contagios de coronavirus producto de las altas temperaturas y de que casi la mitad de la población ya fue vacunada contra el coronavirus.

La decisión fue anunciada por el presidente español, Pedro Sánchez, quien le puso fecha y condiciones al acontecimiento: será a partir del próximo 26 de junio y solo en lugares al aire libre y espacios públicos.

"Nuestras calles y nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal", anunció Sánchez durante un acto en Barcelona, donde confirmó que “este será el último fin de semana con mascarillas en los exteriores”.

Vacunacion en España

La medida será aprobada en las próximas horas por un consejo extraordinario de ministros y la clave de la medida es el buen ritmo de vacunación en todo el país.

Según las cifras oficiales, el 47 por ciento de los 47 millones de españoles recibió al menos una dosis de las vacunas contra el covid-19 y casi 29 por ciento ya fue totalmente inmunizado.

La eliminación de la obligatoriedad del tapabocas en espacios al aire libre es posible porque se está cumpliendo "escrupulosamente" con todos los objetivos que el Gobierno se había marcado, dijo Sánchez.

El jefe del Ejecutivo español agradeció, además, la disciplina de los ciudadanos en la pandemia y el trabajo de los profesionales sanitarios.

El barbijo obligatorio

La obligatoriedad del uso de tapabocas y barbijos rigió en España desde mayo de 2020, cuando el país estaba sumido en la pandemia y las cifras de contagios y muertes lo habían ubicado entre los más golpeados por el virus.

Desde entonces, toda persona que no tuviera mascarillas en las calles recibía una multa, así como también aquellos que salían de sus domicilios sin permisos de circulación y fuera de los horarios permitidos.

En abril pasado, las autoridades dieron un primer paso y aclararon que la ley no obligaba el uso de barbijos para tomar el sol en la playa o zambullirse en el mar.

Desde que se desató la pandemia, España contabilizó más de 80 mil muertes y 3,7 millones de contagios, pero el número de casos descendió en las últimas semanas a medida que avanza la campaña de vacunación.