La policía militar de Brasil reprimió una protesta pacífica de los pueblos indígenas agrupados en "Levante pela Terra" (Levántate por la Tierra) en las afueras del congreso nacional en Brasilia. La organización que reúne a más de 800 índigenas de 45 pueblos protestaba de forma pacífica en contra de un proyecto que pretende anular la demarcación de tierras indígenas para viabilizar la apertura de territorios protegidos para minería. “Nos recibieron con mucha truculencia. Venimos como todos los días. Los niños fueron recibidos a balazos, hay al menos tres indígenas heridos. Estamos desarmados”, afirmó Isabel Tukano, coordinadora general de la organización Levántate por la Tierra.

Con gas lacrimógeno y gas pimienta reprimieron la manifestación cerca de la cámara de diputados, que hoy tenía agendada la votación del proyecto de ley PL 490. El texto prevé, entre otras medidas, la creación de un marco temporal para delimitar tierras tradicionalmente ocupadas por pueblos indígenas. Según el texto, aquellas son las que, a la fecha de promulgación de la Constitución del 5 de octubre de 1988, se encontraban habitadas por los pueblos originarios de forma permanente. En cambio, los defensores del proyecto afirman que solo pretende dar "seguridad jurídica" a los agricultores.


La Tropa de Choque de la policía militar también reprimió a los ancianos y niños que se encontraban en la protesta, los uniformados argumentaron que los manifestantes dispararon con flechas e informaron que un agente resultó herido. Desde el Consejo Indígena Misionero (Cimi) indicaron que los niños y ancianos se sintieron enfermos al inhalar los gases lacrimógenos con los que la policía reprimió.

Las imágenes de la brutal represión fueron publicadas por la Asociación de Pueblos Indígenas Brasileños (Apib) que también formó parte de las movilizaciones de la plataforma Levante pela Terra. “Nos movilizamos desde el 8/6 en el #LevantePelaTerra contra la agenda antiindígena del gobierno”, afirmaron desde la Apib. El Partido de los Trabajadores también se sumó al rechazó a la represión de la protesta indígena y alertó la necesidad de “frenar el avance del fascismo y el odio en Brasil”.

“Brasil necesita purgar el fascismo que contamina nuestra sociedad. Esta vez, la policía ataca a los indígenas con bombas y gases frente a la Cámara de Diputados. La movilización popular es fundamental para detener el avance del fascismo y del odio en Brasil. Es una cuestión de supervivencia”, escribieron desde la cuenta oficial del PT en Twitter.

La diputada Joenia Wapichana del partido ecologista REDE y la primera diputada indígena del país, repudió la represión a la protesta pacífica. “Un día más de lucha y resistencia de los pueblos indígenas de Brasil, que fueron duramente reprimidos y agredidos mientras se manifestaban contra el #PL490, previsto para ser discutido hoy en la sesión de la CCJ, y que fue cerrado debido a las manifestaciones”, escribió Wapichana.

Dário Vitório Kopenawa del pueblo Yanomami se refirió a la represión que sufrieron este martes. “Nuevamente fuimos atacados con irrespeto, como si fuéramos animales, una discriminación muy grande contra los pueblos indígenas”, citado por el medio local Brasil de Fato.

La represión de este martes es la segunda que sufren los pueblos indígenas. El jueves pasado los militares también utilizaron bombas de gas lacrimógeno y gas pimienta y desplegaron el tropa de choque, mientras que los indígenas, en cambio, tiraron flechas y objetos. Según consigna el matutino brasileño O Globo, también hoy se registraron actos contra la propuesta en otros estados, como Acre y Alagoas.

La organización "Levante pela Terra" realiza desde la semana pasada un acampe en la Explanada de los Ministerios, una avenida céntrica ubicada en la capital brasileña Brasilia y donde se concentran la mayor parte de los edificios públicos. Desde allí exigen a diario que sean retomadas las demarcaciones de tierras indígenas, que fueron interrumpidas desde 2019. Levante pela Terra también exige un mayor rigor en el combate de actividades ilegales relacionadas a la minería y a la extracción de maderas en tierras indígenas, ambas incrementaron desde la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia. Bolsonaro ha llegado a afirmar que mientras él sea mandatario no serán establecidas nuevas tierras indígenas. Bolsonaro también incentiva las actividades económicas en la Amazonía. Esto último, según denuncian los organismos de defensa del medioambiente, alentó la operación ilegal de mafias de mineros y madereros en la región.