El escenario electoral emerge este año atravesado por la pandemia, por lo que la cita con las urnas aparece lejos de las inquietudes de la agenda pública. Pero ahí está incólume la ley, que volverá a exigir a cada fuerza un piso de 1,5% del padrón electoral en cantidad de votos de primarias para pasar a las elecciones generales. Y esto, en comicios que quizás sean de los menos concurridos, atenta contra las chances de fuerzas minoritarias. Y el cierre de listas opera el próximo domingo en Santa Fe para la elección de concejales. Eso explica el llamado a la unidad que el Frente de Izquierda está haciendo a otras expresiones políticas de su mismo palo.

El convite es, en concreto, para espacios como Nuevo MAS, de Manuela Castiñeira, y Política Obrera, la fuerza conducida por Jorge Altamira. Los entusiasma el 7,5% de los votos que la izquierda obtuvo este domingo en el comicio legislativo de Jujuy, como tercera fuerza política allí.

"Queremos presentarnos como un solo frente de izquierda fortalecido, porque tenemos mucho que decir en este escenario de ajuste tan fuerte del gobierno de Alberto Fernández y de una oposición de la derecha oportunista que, siendo corresponsable de la situación actual, quiere volver a emerger", definió el referente del PTS en el FIT-U, Octavio Crivario, a tono con el mismo llamado que a nivel nacional proclaman por estos días Nicolás del Caño y Myriam Bregman. 

Faltan pocos días y es claro que de mínima habrá candidatos de estra opción, pero nadie define nada hasta lograr esa unidad. "Así como en Jujuy logramos ser una alternativa para miles, esta coyuntura puede posibilitar que la izquierda sea tercera fuerza nacional, y emerger con más solidez en Santa Fe. Por eso llamamos otras corrientes clasistas y socialistas. Discutamos el mecanismo, por acuerdo entre partidos, buenísimo, o definirlo en las PASO pero priorizando la unidad como eje", convocó Crivaro.

La vara es alta, y más en estos tiempos en los que nadie en la calle parece estar pensando en elecciones. Como la ley electoral de Santa Fe exige el 1,5% del padrón, y no de los votantes como sí lo pide la ley nacional, eso representa un gran escollo para las minorías y favorece a las fuerzas hegemónicas de la política. Es que se descuenta que habrá notoria deserción de votantes por efecto de la pandemia y derivados. Con menos votos en juego, la exigencia fija de 1,5% del padrón se torna más inaccesible para las opciones de minorías. En el caso de Rosario, serían necesarios unos 12 mil votos.

"Ese piso fijo del padrón es anti democrático, y perjudica a la izquierda, donde ponemos otra agenda diferente al gobierno de Perotti y su ajuste permanente", se quejó Crivaro. En este sentido, comparó el despliegue proselitista de Juntos por el Cambio, que ya sacó media docena de precandidatos a concejales, con afiches y todo. "En la izquierda, en cambio, somos docentes, obreros, yo atiendo al público en Ansés... nos cuesta más hacer campaña", se midió el referente del FIT en Rosario.

Crivaro ubica al peronismo –ahora unido pese a su constelación de sectores–, al Frente Progresista en crisis, y a Juntos por el Cambio con su interna en el clímax, como un mismo bloque político al servicio "de los intereses de los más poderosos", y lo expuso ante un ejemplo local y concreto de la agenda municipal como la reforma del sistema del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) y el aumento del boleto como única salida. 

A nivel provincial, analiza el mismo juego. "Hay un descontento muy grande con Perotti, nunca generó mucha ilusión, y al ver el ánimo que hay entre docentes, trabajadores despedidos, los empresarios que no hicieron lo necesario para cuidarlos en la pandemia, eso se confirma". Observó, además, que "siguen irresueltos problemas estructurales como la falta de vivienda, y eso aflora en las tomas de tierras. La respuesta del gobierno provincial ha sido reprimir: en Rosario, en Capitán Bermúdez, en Reconquista. Perotti demostró lo que se suponía que haría: defender los intereses de los más poderosos. Es un gobierno que apoya a los que más tienen, como se vio claramente en el caso Vicentin, al sostenerle la vela a empresarios vaciadores como los Nardelli", apretó. 

Crivaro y la dirigente Irene Gamboa (Pan y Rosas) llamaron ayer a la unidad de la izquierda pura: "Sabemos que entre todas esas fuerzas políticas nos encontramos en cada lucha. La unidad es clave para que en Santa Fe, la izquierda que se propone ser tercera fuerza nacional, se proponga avanzar también en la provincia para ponerla al servicio de las necesidades y luchas de la juventud, las mujeres y el pueblo trabajador".