Desde Roma

Una declaración del director de la oficina de prensa vaticana, Matteo Bruni, difundida en la mañana del lunes, indicó que el papa Francisco, que ayer fue sometido a una operación al colon, “está en buenas condiciones generales, despierto y respirando espontáneamente”. Pero precisó que la operación por “estenosis diverticular” comprendió una “hemicolectomía izquierda”, lo que significa que le fue extirpado el lado izquierdo del colon o intestino grueso y que fueron unidas entre sí las partes restantes.

La operación, concluyó la declaración de Bruni, “duró cerca de tres horas y se prevé que el Papa “deba permanecer internado al menos siete días, siempre que no haya complicaciones”. Francisco fue operado en el prestigioso Policlínico Gemelli de Roma, que pertenece al Vaticano, por un equipo de 10 médicos especialistas dirigido por el profesor Sergio Alfieri, experto en cirugía abdominal.

El comunicado vaticano del lunes ayudó a aclarar un poco las preguntas que se hacía mucha gente, incluidos los periodistas acreditados ante la Santa Sede, que tampoco habían recibido mucha más información sobre una operación que había sido mantenida completamente en secreto hasta ayer, posiblemente por decisión del propio Francisco. Y muchas de las preguntas tenían que ver con la duración de la intervención quirúrgica. En la prensa italiana algunos medios habían hablado de una intervención breve pero como no se sabía cuándo empezó exactamente ni cuándo terminó, se hicieron muchas suposiciones. Incluso se habló de que el comunicado oficial sobre la intervención saldría en torno a las 22-22,30 hora italiana. Sin embargo tal vez porque la intervención duró más tiempo del que se esperaba, la brevísima declaración de Bruni por escrito de ayer, recién salió a relucir después de las 23,30hs.

Francisco está internado en una suerte de pequeño departamento localizado en el décimo piso del Policlínico Gemelli, el mismo lugar donde el fallecido papa y hoy santo Juan Pablo II, estuvo internado siete veces, la primera un 13 de mayo de 1981 luego del atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro. El papa polaco estuvo tantas veces allí que bromeando un día habló de que ese era el “Vaticano 3”, después del Palacio Apostólico donde residía dentro de la Santa Sede y de la residencia veraniega de Castel Gandolfo en las afueras de Roma. Por razones de humildad unidas al hecho de ser jesuita, el papa Francisco renunció desde el principio a vivir en el lujoso Palacio Apostólico y eligió vivir en un pequeño departamento en la residencia de Santa Marta, siempre dentro de los muros vaticanos. Tampoco quiso hacer sus vacaciones, como hacían los otros papas, en Castel Gandolfo, que por lo visto considera igualmente lujoso, y años después convirtió a buena parte de las salas del castillo en un museo.

El departamento del Gemelli tiene una pequeña capilla donde el papa podrá celebrar misa o participar de una celebración eventualmente. Se llega al departamento recorriendo un largo pasillo que está controlado por la policía italiana pero también por le Gendarmería Vaticana y el servicio de seguridad del Hospital. Hay dos enfermeros que el Papa conoce, del Vaticano, además del personal médico claro, que asisten desde ayer a Francisco en el departamento.

Paralelamente el papa ha recibido numerosos mensajes de buenos augurios después de la operación, tanto de jefes de distintas religiones – que el papa argentino ha tratado siempre de unir en favor de la paz- como de exponentes políticos, en primer lugar el primer ministro de Italia, Mario Draghi (ayer lo había hecho el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella). A estos se agregaron la embajada de Estados Unidos ante la Santa Sede, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, la comunidad franciscana del Sagrado Convento de Asis que ha rezado por el Papa en la tumba de San Francisco de Asis, el Inspectorado de Publica Seguridad del Vaticano, el presidente musulmán de Nigeria, Muhammadu Buhari, la Conferencia Episcopal Italiana por boca de su presidentre, el cardenal Gualtiero Bassetti, la comunidad diocesana de Roma, el Iman sunita Ahmad al Tayyeb de la Universidad de Al Azhar de El Cairo, el Centro Anglicano de Roma, el rabino jefe de la comunidad judía de Roma Riccardo Di Segni.