Jugar octavos de final de Copa Sudamericana alimenta el sueño deportivo de los hinchas de Central. La tesorería, en cambio, no hace negocio. Porque el viaje que tienen que hacer los canayas a Venezuela para disputar el jueves de la semana que viene el partido de ida con Deportivo Táchira exige el desembolso de más de 40 millones de pesos, un vuelo con escala, y en territorio venezolano un traslado en micro de una hora.

Los 500 mil dólares que el club recibirá como premio por jugar los octavos de final de Copa Sudamericana se necesitarán para hacer frente al traslado de la delegación a la ciudad de San Cristóbal, en Venezuela, donde Central se presentará el jueves 15 para disputar el primer partido por octavos de final del certamen internacional.

El plantel de Cristian González tendrá su último entrenamiento en la ciudad el próximo martes. A la madrugada del miércoles 14, la delegación auriazul volará en un charter de la empresa venezolana Estelar a Lima desde el aeropuerto internacional de Fisherton. En Perú el plantel hará una escala de una hora aproximadamente para que la aeronave se reabastezca de combustible. A las 8 de la mañana del miércoles, Central llegará a Santo Domingo, en Táchira, ciudad que se encuentra a 45 kilómetros de San Cristóbal, donde juega Deportivo Táchira. Esta distancia, en micro, demandará una hora de viaje.

Para el regreso, los canayas pernoctarán en Venezuela luego del partido y emprenderán la travesía de vuelta con el traslado en micro desde Santo Domingo, donde abordarán el charter que los llevará a Lima. En Perú volverán a tener una escala de una hora y se prevé el arribo a Ezeiza para el viernes 16 a las 21.30, y de allí, luego de hacer migraciones, se trasladarán Fisherton con la misma aeronave. El equipo tendrá solo unas horas para preparar el debut en Liga Profesional, ante Godoy Cruz en Mendoza, el domingo 18 o lunes 19.

El traslado a Venezuela le costará a Central 41 millones de pesos, es decir la mayoría de los billetes que ingresarán a la tesorería como premio por jugar los octavos de final. El club no pudo contratar un servicio de traslado nacional dado que no le garantizaban el abastecimiento del combustible en Venezuela, para la vuelta.

Lo que aún está en negociación es el periplo que deberá hacer la delegación de Deportivo Táchira para venir al país a jugar el partido revancha con Central el jueves 22. Para Central hacer de local en el Gigante de Arroyito –en fase de grupos jugó dos partidos en cancha de Banfield por las restricciones sanitarias de movilidad para delegaciones extranjeras— debe lograr que se autorice al plantel venezolano salir hacia Lima en su regreso desde el aeropuerto internacional de Fisherton.