El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, padece de una "obstrucción intestinal" por la que fue trasladado a un hospital de San Pablo para definir si debe someterse a una cirugía de emergencia. Así lo informó este miércoles la presidencia luego de que Bolsonaro fuera internado en Brasilia a primera hora del día por un hipo persistente que le ocasionaba dolores abdominales. Su primer traslado al Hospital de las Fuerzas Armadas había sido definido por el doctor Antonio Macedo, responsable de las cinco operaciones realizadas al mandatario luego del atentado en el que recibió un cuchillazo en el estómago durante la campaña presidencial de 2018. Desde la sala de internación, Bolsonaro tuiteó una imagen suya con el mensaje: "Volveremos pronto si Dios quiere. ¡Brasil es nuestro!".

"El doctor Antonio Macedo constató una obstrucción intestinal y resolvió llevarlo a San Pablo, donde hará exámenes complementarios para definir la necesidad, o no, de una cirugía de emergencia", indicó la Secretaria de Comunicación del Palacio de Planalto. El lugar elegido para el traslado fue el Hospital Vila Nova Star del barrio Vila Nova Conceição, en la zona sur de San Pablo.

La presidencia había informado inicialmente que Bolsonaro sería sometido a exámenes en Brasilia y permanecería "en observación entre 24 y 48 horas, no necesariamente dentro del hospital". Por su parte Alexandre García, periodista bolsonarista de CNN Brasil y exvocero del dictador militar Joao Baptista Figueiredo, contó que el presidente "sintió mucho dolor a las cuatro de la mañana y la primera dama, Michelle, llamó a los médicos".

El mandatario de 66 años fue examinado por el doctor Macedo luego de ser internado el miércoles por la mañana en el Hospital de las Fuerzas Armadas para someterse a "exámenes e investigar la causa del hipo" que le aqueja desde hace más de diez días. Desde la semana pasada, Bolsonaro venía quejándose públicamente de un hipo persistente, después de someterse a un tratamiento de implante dental. 

"Gente, estoy sin voz. Si empiezo a hablar mucho, vuelve la crisis de hipo... Ya volvió", afirmó el martes, con aspecto cansado, frente a un grupo de simpatizantes frente al Palacio de Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.

El senador Flavio Bolsonaro relató el miércoles a periodistas que percibía la dificultad de su padre para hablar, y atribuyó esa condición al estrés. "Notamos su dificultad para hablar, para completar un discurso. Se está sometiendo a una agenda muy intensa", aseguró Flavio, quien agregó que "bajo atención médica muy pronto estará al cien por ciento".

De confirmarse la necesidad de una cirugía, se trataría de la sexta a la que se somete el mandatario desde que fue apuñalado en el intestino durante su campaña presidencial en septiembre de 2018, en un mitin celebrado en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais, al sureste del país.

Adelio Bispo, el autor del atentado y exafiliado del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), fue diagnosticado con trastorno delirante y declarado inimputable por la justicia. Actualmente está recluido en la unidad psiquiátrica de una cárcel de máxima seguridad de Brasil.

Sin embargo, Bolsonaro insiste en que la tentativa de asesinato fue planeada y tuvo un trasfondo político. "Un desafío más, consecuencia de la tentativa de asesinato promovida por un exmilitante del PSOL, brazo izquierdo del PT, para impedir la victoria de millones de brasileños que querían cambios para Brasil. Un atentado cruel no solo contra mi, sino contra nuestra democracia", escribió el miércoles Bolsonaro desde su internación en Brasilia.

En una serie de tuits el mandatario de ultraderecha agradeció los mensajes de apoyo recibidos en las últimas horas destacando que "esto es lo que nos motiva a seguir adelante y enfrentar todo lo necesario para sacar a Brasil de las garras de la corrupción, los valores invertidos y el crimen organizado".

En los últimos tres años Bolsonaro fue sometido a seis operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018. En septiembre del año pasado, el presidente de Brasil pasó por una cirugía en San Pablo para extraerle un cálculo renal.

En julio pasado el líder ultraderechista, uno de los gobernantes más escépticos sobre la gravedad de la pandemia, dio positivo de covid-19 y estuvo veinte días aislado en el Palacio de la Alvorada hasta superar la enfermedad. Justamente una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado analiza el grado de responsabilidad del Ejecutivo liderado por Bolsonaro en la gestión frente a la pandemia, que ha dejado hasta el momento más de 535 mil muertos y 19,7 millones de casos confirmados en el país.

Bolsonaro debía reunirse este miércoles con los jefes de la Corte Suprema y del Congreso, en el marco de la tensión abierta por el mandatario luego de amenazar con no reconocer el resultado de las elecciones de 2022, en las que las encuestas lo dan como perdedor frente al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La reunión, según medios locales, tenía por objetivo limar las asperezas entre los tres poderes, después de que Bolsonaro atacara el sistema de votación electrónica y defendiera el voto impreso para los futuros comicios presidenciales en los que buscará su reelección. El mandatario atraviesa además los índices de desaprobación más altos de su gestión.