El presidente de Ecuador Guillermo Lasso declaró el estado de emergencia del sistema carcelario del país, luego de dos violentos motines que dejaron más de veinte muertos en en las provincias de Guayas y Cotopaxi.

"Se declara el estado de emergencia en el sistema carcelario a fin de movilizar todos los recursos humanos y económicos necesarios para restablecer el orden", dijo Lasso a última hora del jueves en una conferencia de prensa.

Durante la noche del miércoles se registró un trágico motín en la cárcel de la provincia central de Cotopaxi que dejó 13 fallecidos, mientras que un enfrentamiento entre bandas dejó ocho prisioneros muertos en la Penitenciaría del Litoral, en la ciudad occidental de Guayaquil. Además, decenas de reclusos que se habían fugado tras los motines fueron recapturados ayer. En la prisión de Cotopaxi también se produjo una fuga de presos al amanecer del jueves. La policía logró capturar a 78. Sin embargo, no precisó cuántos escaparon.

El mandatario, que asumió el pasado mayo, aseguró que su gobierno tendrá mano dura para abordar situaciones como las ocurridas en los centros penitenciarios. "A las mafias que pretenden amedrentar a este país, se equivocan. Se equivocan si creen que este gobierno va a actuar con la misma tibieza que los anteriores. Se equivocan si creen que nos va a temblar la mano (...) Vamos a usar todo el poder de la ley para imponer el Estado de Derecho y garantizar la paz y los derechos humanos", advirtió. Además, ministra de Gobierno, Alexandra Vela, informó que se seguirá un proceso penal contra el interno que violó a una agente de la policía durante los motines.

Oswaldo Coronel, gobernador de Cotopaxi, señaló que en las revueltas "se han utilizado armas de fuego de alto calibre, se ha utilizado también explosivos, lo que ha ocasionado que haya una gran destrucción al interior del centro penitenciario".

Lasso aseguró que la Policía ha recuperado el control de la Cárcel Número 1 de la provincia de Guayas, cerca a la ciudad de Guayaquil; así como de Cotopaxi, próxima a la ciudad andina de Latacunga, donde se registraron los motines la noche del miércoles "entre bandas delincuenciales". En cuanto a la seguridad de los centros penitenciarios, añadió que militares se encargarán de controlar el primer filtro de ingreso a las prisiones, mientras que policías custodiarán su interior. Hasta ahora civiles entrenados como guías penitenciarios estaban a cargo de la seguridad de los centros.

Además, removió a Edmundo Moncayo como director del Servicio Nacional de Atención a Internos (SNAI) y anunció que el Coronel Fausto Cobo asumirá la dirección. "Cuenta con todo nuestro apoyo para usar el poder de la ley e imponer el Estado de Derecho, garantizando la paz y los derechos humanos en los CPL (Centros de Privación de la Libertad)", escribió el mandatario en Twitter.


Los alrededores de las cárceles permanecían fuertemente resguardados por policías y militares, mientras que familiares de los privados de libertad se acercaban en busca de información. "Estoy desesperada porque mi hijo dice que no tiene resguardo policial adentro (...) Los de (pabellones de) mínima y mediana están queriendo acabar con los (presos) de máxima", dijo entre lágrimas una mujer que se identificó como Janet.

Manuel Vargas, cuyo hijo cumple una condena de 30 años, llegó hasta la cárcel de Cotopaxi tras recibir llamadas de auxilio. "En la madrugada nos pedían auxilio, decían 'ayúdennos porque nos quieren sacar a matar'. De mi hijo no sé nada", contó.

En abril pasado, ocurrieron episodios violentos en cuatro cárceles de Guayaquil, Cuenca y Latacunga dejaron 80 prisioneros muertos y una veintena de heridos.  En medio de la pandemia y para reducir la población carcelaria, el país aplicó medidas sustitutivas para quienes cumplían penas por delitos menores, con lo que bajó de 42% a 30% la sobrepoblación. Según la Defensoría del Pueblo, en 2020 hubo 103 asesinatos en las cárceles.