Desde Rosario

El peronismo santafesino camina hacia las primarias del 12 de setiembre con una particular interna que pone, por ejemplo, al gobernador y a su vice en listas opuestas, pero también a incondicionales dirigentes del Frente de Todos, y en particular de la vicepresidenta Cristina Fernández, en veredas enfrentadas. Luego de los dardos que Agustín Rossi le prodigó a Omar Perotti, éste ayer decidió hablar pero no para contestar el fuego. Sí fue su delfín, el senador Roberto Mirabella quien le pegó al ministro de Defensa en un flanco vulnerable: tiene como aliado al senador provincial Armando Traferri, que acaba de ser citado a indagatoria para ser imputado en una investigación penal por corrupción y juego clandestino que lo tiene involucrado. "Siempre dijimos que nuestro límite era el delito", disparó Mirabella, y llamó a diferenciarse de quienes ejercen "la vieja política".

Perotti preparó desde diciembre pasado un espacio propio en el PJ santafesino, apuntalado en el peso territorial de intendentes y comunas. Y con ese proyecto al que llamó "Hacemos Santa Fe" llegó a esta elección de medio término poniendo a prueba su capacidad de liderar el partido en la provincia de cara a 2023. Intentó una lista de unidad con la revalidación de Mirabella para continuar la senaduría que él le cedió en 2019, al ser electo gobernador. Pero tanto el presidente Fernández como la vice objetaron esa chance, y el consenso fraguó con un emergente que ya se mostró vencedor como senador provincial, el periodista Marcelo Lewandowski, como primer precandidato a la Cámara Alta del Congreso. Y secundado por la actual senadora María de los Ángeles Sacnun, titular del Instituto Patria en Santa Fe y con línea directa con Cristina Fernández. Para reforzar la tracción de esta fórmula, Perotti anotó su nombre como precandidato a senador suplente, lo que le valió la chicana de Rossi. Mirabella, en tanto, pasó a encabezar la lista a Diputados nacionales.

El ministro de Defensa había insinuado que la intención de Perotti es escindir al PJ santafesino del Frente de Todos. A esto, el rafaelino contestó: "Soy aburrido para las declaraciones en las elecciones. No voy a responder un solo agravio”.

A diferencia de la posición imperturbable de Perotti, Mirabella mostró los dientes, y remarcó que la lista del Frente de Todos es la que ellos integran, y que contó con el ok de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Y así se encargó de dejar afuera la opción que armó Rossi junto a la vicegobernadora Alejandra Rodenas y al ministro de Gobierno provincial Roberto Sukerman. Estos dos, aunque integran el gobierno de Perotti, en las PASO lo enfrentarán.

"No lo hubiéramos querido, pero hay compañeros y compañeras que decidieron tomar otro camino, no es lo más conveniente. Nosotros trabajamos para consolidar un modelo que lidera Omar Perotti", afirmó Mirabella por Radio Dos.

Consultado sobre el apoyo que la lista de Rossi y Rodenas recibe de un sector del peronismo referenciado en el senador sanlorencino Armando Traferri (complicado en una causa penal por juego ilegal y corrupción política y judicial), Mirabella aprovechó: "Nosotros hemos dicho siempre que podemos continuar muchas cosas, pero nunca la connivencia con el delito, y eso es la vieja política. Hay muchas cosas en esta provincia que se destapan ahora y mucho tiene que ver ciertas situaciones de la política, la Justicia y la Policía, y eso no ha sido bueno para la gobernabilidad santafesina".

La carta nueva que Casa Rosada midió y recomendó al perottismo es el senador provincial por Rosario Marcelo Lewandowski, quien junto a Sacnun, pugnará contra Rossi y Rodenas por las senadurías de Santa Fe. Se autodefinió como "la síntesis del acuerdo entre Provincia y Nación", y fustigó la hegemonía de Traferri en el Senado provincial y sus posiciones adversas al Ejecutivo. "Algunos tienen la cabeza de 50 años atrás, la vieja política, que se expresa en proyectos de ley que Santa Fe necesita y hace ocho meses duermen en el Senado. Eso es lo que no quiero de la política, esa lógica no va más".