¿Cómo sería un museo disidente? Para responderlo tenemos que pensar en algunas características de los museos tradicionales: están bajo techo, suelen ser espacios quietos y sus obras se rodean de cierta divinidad sobrehumana, lo que Walter Benjamin resume con el concepto de “aura” que se genera al contemplarlas. Estos pilares van a tambalearse de la mano del Frente Docente Disidente, nuestra disidencia es sexual (FDD) y el Palais de Glace, que este sábado 7 de agosto convocan a una performance-intervención donde el adentro y afuera de los museos será puesto en debate.

“En el Palais nos invitaron a recorrer todas las obras que tienen en la Manzana de las Luces y lo nuestro fue por el lado de resignificarlas, desacralizando a través de las disidencias sexuales, con formas y cuerpos actuales. También nos entusiasmó mucho porque es una de las maneras de meter al cuerpo en el goce”, dijeron a SOY desde el FDD, un espacio político que se conformó a fines de 2018 y agrupa a docentes de educación formal y no formal.

El punto de encuentro será a las 13 en la Manzana de las Luces, Perú 222 (actual sede provisional del Palais de Glace) y desde allí el FDD comenzará su itinerario performático: “Planteamos tres ejes: a las 14 en el Sótano de San Telmo -Pasaje San Lorenzo y Defensa-, se hará la intervención ‘¿Qué te permitís desear?’, 14.30 en Plaza Dorrego ‘Enredarnos es urgente’ y a las 15.30 en Brasil y Defensa cerramos con ‘Existencias Sexuales Infinitas’”. La movida está pensada para ir desde el comienzo y marchar o sumarse en cualquier parte del recorrido.

El FDD interviene en instituciones y espacios públicos y teje redes con organizaciones de lucha antirracistas y anticolonialistas, siempre con el objetivo general de pensar una ESI en clave no binaria. “Como docentes sabemos que el arte, la parte artística de la pedagogía, nos puede liberar de esas tensiones que tenemos respecto al heterocispatriarcado. En esa línea nuestra militancia, aparte de hacerla en el aula y en la escuela, es muy de pegatina, porque nos gusta llevar a la calle las preguntas que tenemos y los ejes que queremos laburar”.

La performance de museo ambulante del FDD cierra el programa “¿Qué miramos, qué escuchamos, qué leemos?”, donde participaron artistas, escritorxs, activistas, educadorxs y realizadorxs. Según el Palais, este ciclo buscó “establecer relaciones con comunidades tradicionalmente excluidas del derecho a la representación y al goce estético en los museos”. A partir de estas nuevas maneras de conectar con el arte, el espacio apunta a “convertirse en un ámbito que permita hospedar y apoyar otras prácticas estéticas, la creación de otras épicas, la interferencia de otras palabras, imágenes y sonidos que pongan en cuestión lo que asumimos cotidianamente de los museos”.