Centenares de familias de la toma autodenominada "La Fortaleza" que lleva más de dos meses asentadas en hectáreas de la multinacional agrícola La Moraleja se movilizaron en la mañana de este jueves a la municipalidad de Las Lajitas para exigir al intendente Fernando Alabi una solución al déficit habitacional. Después de horas de espera, el funcionario decidió dialogar con tres delegadxs del asentamiento, y les prometió una respuesta en 10 días.

"Señor intendente, yo ya estoy cansada como en todos los lotes, ya no creo más, ya no aguanto más de frío. Señor quiero tener mi lotecito para mí y para mí mamá", le reclamó una niña de 7 años que tomó al micrófono al intendente de Las Lajitas en la marcha de este jueves. La Convención por los Derechos de lxs Niñxs, sostiene en su artículo 12 que tienen derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que les afectan y que sus opiniones deben ser tenidas en cuenta. 

La delegada de la toma, Gabriela Jugo, aseguró que hay alrededor de 500 familias con niñxs, asentadas en 9 manzanas. Explicó que una parte de ellas marchó hasta  la municipalidad a las 10 de la mañana y permanecieron hasta las 14. Relató que al principio el intendente no les recibía, finalmente lo hizo a las 13. "Dice que las tierras son privadas que él no puede hacer un arreglo", sostuvo Jugo. 

El delegado Elias Salcedo contó que el intendente les pidió 10 días, "que va a comprar un predio grande. Se comprometió a que va a tener esas tierras (…) que hará censar por el IPV". Según lo que explicó el delegado, el mandatario les ofreció encontrar otro lugar para que se trasladen, pero ellxs descreen de esa promesa. "Nos pidió que tratemos de no levantarnos contra él, que no le hagamos problemas. Le dijimos 'queremos una solución, usted es nuestro intendente' (...) Primero pidió que esperemos 6 meses, ahora nos pide 10 días, para que pasen las elecciones", manifestó el vecino. 

Lxs vecinxs temen que cuando pasen las elecciones el intendente "se olvide" de brindarles una solución. Salcedo y Jugo dijeron que si el intendente les ofrece otros terrenos, con adjudicaciones a las familias y con servicios como les habría prometido, se trasladarían, pero para ello quieren certezas con actas firmadas. Hasta que no obtengan una respuesta piensan seguir movilizándose porque en el asentamiento permanecen  sin luz, sin agua, y sin asistencia social por parte del municipio y la provincia. 

La Moraleja prometía ceder en un principio 5 hectáreas a la municipalidad para loteo social pero exigía que lxs asentadxs se retiren antes, como no lo hicieron, la empresa desistió de esa oferta. La multinacional realizó al inicio de la toma, una denuncia por usurpación en la fiscalía de Anta, a cargo de María Celeste García Pisacic, quien de forma pública se había comprometido a garantizar una mediación entre las partes pero hasta la fecha no lo hizo. Esa instancia fue solicitada a la fiscala además por la abogada Paola Vargas, del grupo de Asistencia Legal y Familiar (ALFA), en representación de lxs vecinxs de la toma, y continúa sin respuesta.

En otro momento de la toma, cuando las autoridades municipales y la empresa les pedían el desalojo, que no llegó a efectivizarse por parte de la Justicia, la gente se había empezado a ir. Jugo dijo que quedaron como 300, pero después "se tomaron dos manzanas más", estima que son alrededor de 500 familias ahora. 

La delegada contó que habían realizado antes un censo, pero que ya quedó desactualizado. Dijo que hubo trabajadores rurales de La Moraleja que estaban en la toma y resultaron después despedidos, y se fueron del asentamiento para intentar recuperar el empleo. También relató la situación de una mujer que trabajaba en un comercio y fue despedida por sus dueños por estar en la toma.

Jugo se encuentra en el lugar junto a su pareja y tres hijos de 2 , 6 y 14 años. Aunque trabajan no les alcanza para pagar un terreno en el sector privado.

Cecilia es otra vecina que se encuentra allí, con su marido y la hija en común de 7 años. Relató a Salta/12 que ya no podían pagar el alquiler por ello fueron a vivir al asentamiento. "Vivimos acá, mi hijita va a la escuela". Explicó que sus hermanas que tienen 5 y 3 niñxs también se asentaron allí porque vivían hacinadas en el lote de su madre, "el lugar se hacía pequeño, mi mamá tiene otros hijos", contó.

En estos dos meses, Cecilia relató que han atravesado el frío "el viento que nos volaba las carpitas, primero teníamos chocitas. No podíamos tener alimentos porque se llenaban de tierra. Hicimos una piecita con carpas para los chicos, dormíamos sentados a la orilla del fuego. Había víboras".  El asentamiento se autodenominó La Fortaleza "porque hay que ser fuerte acá, pasamos frío, calor, no hay agua, no hay luz", añadió Salcedo.

Salta/12 intentó comunicarse con el intendente Alabi pero no respondió al teléfono. También se solicitó información al Ministerio Público Fiscal respecto a la causa judicial que tramita García Pisacic pero no hubo respuesta. 

En la Cámara de Diputados hay dos proyectos para la expropiación de tierras de La Moraleja presentados por la diputada Alejandra Navarro y por el diputado Marcelo Paz, también en el Senado hay otro proyecto similar de Marcelo García, pero todas estas iniciativas de legisladorxs anteñxs permanecen en tratamiento de comisiones.