Desde Washington, DC
Pasaron más de siete meses desde que una horda trumpista atacó el Capitolio de los Estados Unidos cuando las dos cámaras del Congreso se disponían a certificar el triunfo del demócrata Joe Biden en las elecciones. Sin embargo, el país estadounidense todavía discute qué pasó el 6 de enero pasado, cuando todo el mundo vio las imágenes de cómo la turba irrumpía en el edificio. Mientras sectores de la derecha minimizan los hechos de ese día, la Cámara de Representantes lleva adelante una comisión especial sobre el tema.
Los testimonios
El contenido de las audiencias de la Comisión sobre el 6 de enero no es sencillo de escuchar ni de ver. No son solo los videos recolectados sobre lo que pasó ese día. A finales de julio, integrantes de las fuerzas de seguridad que intentaron defender el Capitolio de la turba también compartieron su testimonio:
“Por primera vez, tuve más miedo de trabajar en el Capitolio que durante todo el despliegue en Irak. En Irak, esperábamos violencia porque estábamos en una zona de guerra, pero nada de mi experiencia en el ejército o en las fuerzas de seguridad me preparó para lo que enfrentamos el 6 de enero”, dijo Aquilino Gonell, sargento de la Policía del Capitolio.
“En esta línea de trabajo, probablemente no les chocará enterarse de que he lidiado con algunas situaciones de riesgo. Pensé que lo había visto todo, y varias veces, pero lo que presencié y experimenté el 6 de enero de 2021 fue distinto a cualquier cosa que había visto en mi vida”, siguió Michael Fanone, oficial de la Policía Metropolitana del Distrito de Columbia.
“Les dije que se fueran del Capitolio. Como respuesta, gritaron ‘No, esta es nuestra casa, el presidente Trump nos invitó, estamos acá para parar el robo. Joe Biden no es el presidente, nadie votó por Joe Biden’. Soy un miembro de las fuerzas de seguridad y trato de mantener la política al margen de mi trabajo, pero en esta circunstancia respondí ‘yo voté por Joe Biden, ¿mi voto no cuenta? ¿no soy nadie?’ Eso propició un torrente de epítetos raciales”, contó Harry Dunn en su intervención. No es el único integrante de la comunidad negra que recibió insultos racistas ese día.
Aquel 6 de enero, la Policía del Capitolio se vio completamente desbordada mientras intentaba parar a cientos de personas que dejaban atrás con facilidad las vallas móviles ubicadas alrededor del predio. Los refuerzos tardaron horas en llegar.
Policías heridos
Según publicó este viernes CBS News, más de 570 personas fueron arrestadas por el ataque. Hasta ahora, al menos 33 se han declarado culpables. El Departamento de Justicia dijo que más de 170 personas están acusadas de atacar a las fuerzas de seguridad, lo que incluye unas 50 señaladas por usar armas mortales o peligrosas o causar heridas serias a un oficial.
“Hay gente que intenta negar lo que pasó, diluirlo, convertir a los insurreccionistas en mártires. El mundo entero vio la realidad de lo que pasó el 6 de enero”, dijo hace dos semanas el congresista demócrata Bennie Thompson, quien preside la comisión.
En la última semana, la Policía del Distrito de Columbia dio a conocer que dos policías que habían estado en el Capitolio aquel día fallecieron por suicidio el mes pasado. Suman así cuatro los miembros de las fuerzas de seguridad que se quitaron la vida después de la insurrección. Un quinto sufrió un ataque cardiovascular un día después del asalto. Un informe reciente del Senado estadounidense incluyó estos últimos tres casos en una lista de víctimas del ataque.
La voz de Biden
Por eso, también esta última semana, Biden promulgó una ley que otorga la Medalla de Oro del Congreso a la Policía del Capitolio, al Departamento de Policía Metropolitana y a otras fuerzas de seguridad “por su servicio en defensa” de la democracia durante el 6 de enero pasado.
“Amigos, ni siquiera durante la Guerra Civil los insurreccionistas irrumpieron en el Capitolio de los Estados Unidos de América, el baluarte de nuestra democracia. Ni siquiera en ese entonces. Pero el 6 de enero de 2021, lo hicieron”, dijo el mandatario. Biden también sostuvo que el reconocimiento de la medalla es “agridulce”. “Ese día, más de 140 miembros de las fuerzas de seguridad sufrieron heridas físicas, un número desconocido sufre el costo emocional. Quince de ustedes fueron hospitalizados y otros se perdieron para siempre”, agregó.
El mandatario aprovechó el acto de promulgación para cuestionar el debate actual en torno a lo que sucedió ese 6 de enero en el Capitolio. “La tragedia de ese día merece sobre todo [que se sepa] la verdad. No podemos permitir que se reescriba la historia”, dijo Biden el jueves pasado. “Fue un intento violento de anular la voluntad del pueblo estadounidense, de buscar poder a toda costa, de reemplazar los votos con la fuerza bruta”, sostuvo.
Teorías Trumpistas
La aclaración no es antojadiza. Mientras la Cámara de Representantes, liderada por el Partido Demócrata, lleva adelante las audiencias, algunos sectores de la derecha estadounidense minimizan la violencia del ataque al Capitolio. Medios asociados con estos sectores, como Fox News y Newsmax, televisaron las audiencias, sin dejar de editorializarlas como una iniciativa partidaria controlada por la presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi. One America News, una de las señales preferidas por Trump, limitó las imágenes de la comisión.
Algunos legisladores republicanos consideran como “prisioneros políticos” a quienes fueron arrestados por el asalto. Una versión con la que también simpatiza Trump, quien el 12 de julio pasado dio una entrevista a Fox News y resaltó el “amor” que había en el acto que precedió al ataque y en el que él habló desde el escenario: “Estaban ahí por una razón, la elección amañada. Sintieron que fue arreglada. Por eso estaban ahí y eran personas pacíficas. Eran personas geniales. La multitud era increíble y yo mencioné la palabra amor, el amor en el aire. Nunca vi algo así”.