La vuelta compulsiva a la presencialidad sin distanciamiento en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires sigue sumando rechazos en la comunidad educativa. El colectivo Familias por un Retorno Seguro a las Escuelas expresó su “repudio a la decisión inconsulta y arbitraria" del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta por poner “en riesgo la salud y la vida de estudiantes, trabajadores de la educación y familias”. En otra carta abierta, el colectivo Comunidad del Colegio Nacional Buenos Aires por Salud y Educación alertó que el nuevo protocolo que se pretende imponer “nos expone a retroceder los pasos avanzados y caer, como ya ha ocurrido en otras partes del mundo, en una nueva cuarentena estricta que queremos evitar”.

“La comunidad educativa resiste, se hace oír y le dice a Larreta: Basta de negacionismo sanitario”, expresó Angélica Graciano, secretaria general de UTE-Ctera, que realizó una clase pública frente a la Jefatura de Gobierno ante la decisión del Ejecutivo “de suspender el distanciamiento social en las aulas, poniendo en riesgo a toda la comunidad educativa”. 

En ese contexto, padres, madres y estudiantes de la Escuela de Música “Juan Pedro Esnaola” realizaron un “Centimetrazo” para exigir que se respete el metro y medio de distancia en las aulas establecido por el Consejo Federal de Educación y desafiaron al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, a que explique con evidencia científica “por qué en un cine se implementa un aforo del 70 por ciento para una película de dos horas y en una escuela a la que asisten más de 400 alumnxs durante más de ocho horas diarias” no se respeta un elemental distanciamiento. Con un reclamo similar, la comunidad de la Escuela 20 “Rosario Vera Peñaloza” realizará este jueves, a las 12.30, un “Ruidazo” en Pringles 1165, barrio de Almagro.

De Familias por un Retorno Seguro participan unas 16 mil personas, en su mayoría familiares de estudiantes exceptuados de la presencialidad por tener una condición de riesgo o convivir con una persona que la tiene. “Sentimos que desde el último anuncio se dejó en banda a los estudiantes exceptuados. No estamos recibiendo la misma calidad ni cantidad de contenidos de manera virtual como venía siendo hasta ahora”, contó Patricia Pines, que integra el grupo.

El documento difundido por ese colectivo repudia la decisión de Larreta, Quirós y la ministra de Educación, Soledad Acuña, porque “ignoran las recomendaciones de especialistas y ponen en riesgo la salud y la vida” de toda la comunidad educativa. “Hemos hecho y seguimos haciendo pegatinas, semaforazos, juntadas de firmas, foros, campañas de fotos y todo tipo de acciones para evitar que siga enfermando y muriendo gente por la política de presencialidad sin condiciones, pero no hemos sido escuchadas”, advierte.

Para una presencialidad segura y cuidada debería estar primero garantizada la vacunación masiva inclusive de infancias y jóvenes y una baja o nula circulación viral comunitaria, por esto exigimos al Gobierno de la Ciudad que se aboque a evitar la proliferación de nuevas cepas más virulentas y avanzar en la vacunación en vez de pretender abrir todo sin condiciones y producir una profundización de la crisis epidemiológica y sanitaria”, plantean. Luego contrastan la cantidad de muertes por covid-19 desde el inicio de la pandemia para concluir que “este año se produjeron más fallecidos que en los 11 meses anteriores en menos de la mitad de tiempo” y “esto se debe claramente a la presencialidad y el abandono de medidas de cuidados”. “Apurar los tiempos con políticas aperturistas solo causará más dolor y desolación en miles de familias por pérdidas injustas, irreparables y evitables”, alertan.

El colectivo Comunidad CNBA por Salud y Educación, en tanto, destacó en su carta abierta que “el nuevo protocolo, inicialmente emitido por el Gobierno de la Ciudad y replicado casi textualmente por el Consejo Superior de la UBA para los colegios preuniversitarios, elimina dentro de cada aula la distancia entre estudiantes, una de las medidas fundamentales para evitar/disminuir el contagio de covid-19”. La nueva realidad de “estudiantes codo a codo”, que se reinstaló el lunes en los secundarios, genera “una mayor concentración de aerosoles dentro de cada aula así como una mayor circulación en transportes públicos, donde es frecuente la imposibilidad de mantener la distancia y no se verifica la ventilación adecuada”. Entre las consecuencias negativas advierten que “los casos de aislamiento de divisiones enteras serán más frecuentes”, lo que impactará en el ritmo de aprendizaje, al tiempo que afectará “el ánimo y lo psicológico”, pues lejos de “mejorar con la socialización que la adolescencia perdió con la pandemia pasaremos frecuentemente diez días de encierro total”.

¿Por qué no esperar que niñes y adolescentes sean vacunados? ¿Por qué no esperar la finalización del invierno, que suma riesgos? ¿Por qué no esperar a tener la certeza de que la variante Delta está controlada?, plantean como interrogantes. “Al no respetar estos tiempos, se está vulnerando nuestro derecho a la salud y a la vida en forma individual y con efectos sobre nuestras familias y la sociedad toda”, denuncian, y recuerdan que “están en vigencia formas viables para educar hasta que se cumplan estos plazos, ya cercanos”. “Si no fuera por la proximidad de las elecciones, ignoraríamos el motivo por el cual se pretende esta vuelta compulsiva a la presencialidad sin distancia y por lo tanto sin los mínimos cuidados”, añaden en referencia a la motivación electoral detrás de la decisión del principal referente del PRO, y apuntan que “en una sola semana de clases luego del receso invernal se han producido numerosos casos de contagio y su consecuente aislamiento de los contactos estrechos”. “Invitamos a la comunidad a pensar formas de resistir la presencialidad compulsiva y no cuidada. Queremos educación. No queremos contagiarnos. Pedimos que nuestro derecho a la salud y a la vida sea respetado”, concluyen.