"Zurdo de mierda", "sorete", "pelado asqueroso de mierda": esos fueron los epítetos que el ultraderechista Javier Milei le dedicó a Horacio Rodríguez Larreta.

"¿Sabés qué Larreta? Como el zurdo de mierda que sos a un liberal no le podés lustrar los zapatos, sorete. Te puedo aplastar aún en silla de ruedas, a ver si lo entendés", provocó el economista, en un pasaje muy festejado por sus seguidores, que lo aplaudieron desde la tribuna. "¿Sabés adónde la vas a ir a buscar, pelado asqueroso de mierda?", dijo después. Ocurrió en un evento de campaña, en la noche del jueves, en el que además definió al jefe de Gobierno como "gusano asqueroso capaz de hacer cualquier cosa para ganar una elección".

Larreta apenas se limitó a responder los improperios. “Sin comentarios. Es un nivel de agresión que... olvidate. No pienso engancharme en estas cosas. La Argentina necesita lo contrario”, afirmó este sábado en declaraciones radiales. 

El actual alcalde porteño se destacó, como el resto del macrismo, por sus políticas de fuerte retracción del Estado. De hecho, en 2000 escribió un libro titulado Domando al elefante blanco, en coautoría con Mario Quintana, el vicejefe de Gabinete de Macri. Allí plantearon una profunda reforma del sector público y negaron que hubiera funciones indelegables como la salud o la educación: "Lo que sí es importante es romper con el mito de las funciones 'indelegables' del Estado porque de esa manera podremos pensar otras alternativas como, por ejemplo, la tercerización de algunas funciones o la introducción de mecanismos de competencia en el sector público".

Al respecto, se lee: “Ante esa idea que ha sido defendida por muchos, diremos que el Estado no tiene funciones 'indelegables': en principio todas las funciones son delegables, lo que es indelegable es la responsabilidad. El Estado no se desprende de ellas, su rol cambia”. Al mismo tiempo defienden con énfasis el proceso de privatizaciones del menemismo y exaltan la experiencia neoliberal de Margaret Thatcher en el Reino Unido. Pero resulta que para el líder de La Libertad Avanza, Larreta es de izquierda.

El economista no dudó en decir que el momento de desbarranque de la Argentina idílica de la generación del 80 fue con "las ideas socialistas a partir de 1916", lo cual implica afirmar que el drama nacional es el derecho al sufragio universal y que Hipólito Yirigoyen era de izquierda. 

Milei propone un capitalismo sin regulaciones e incluso "quemar el Banco Central", ya que no haría falta una entidad monetaria, al estilo de los ultraliberales de Estados Unidos que critican la existencia de la Reserva Federal. Lo sugiere al mismo tiempo que Martín Tetaz, candidato macrista en la ciudad de Buenos Aires, propone una mayor autonomía del Banco Central (no su eliminación), con la idea de que así se acabará con la inflación.

Con la bandera de la "libertad", Milei lleva como número dos en su lista a la abogada Victoria Villarruel, que niega el terrorismo de Estado, y que con mejores modales expresa ideas similares en materia, ya no económica, sino política. Definido como "liberal", Milei coincide con Villarruel en la militancia contra el derecho al aborto, cuando se trata de una decisión personal e individual de la mujer. Justamente, el liberalismo dice defender el derecho del individuo. Lo cual incluye, además, el derecho de propiedad, dentro del cual está el derecho intelectual, que Milei habría violentado a través de plagios

"El liberalismo es el respeto irrestricto al proyecto de vida del prójimo": así suele graficar el economista candidato a su ideología. No suele expresarse con respeto y considera socializante cualquier expresión a su izquierda, incluso las del macrismo. 

Francis Fukuyama anticipó el triunfo definitivo de la economía de mercado con el fin de las luchas ideológicas y la derrota de las utopías, tras la caída del Muro de Berlín. Lo hizo en un controvertido libro titulado El fin de la historia y el último hombre. Varias veces desmentido, parece tener su más brutal refutador en la Argentina.