La Universidad Nacional de Villa María (UNVM) comenzó a desarrollar un proyecto para generar biogás a partir de los desechos del maíz y el cerdo. Su autor es Francisco Badín, licenciado en Ambiente y Energías Renovables por esa casa de estudios.

En diálogo con el Suplemento Universidad, Badín destacó que “la utilidad de este trabajo es múltiple, porque puede representar un avance con respecto a la producción de energía (biogás) y la revalorización también de residuos agroindustriales para la producción de ese tipo de energía”.

“Puede ser de utilidad también para la disminución de una potencial contaminación por el uso de los residuos, un posible ahorro económico al utilizar la energía producida y quizás una utilización del residuo resultante del biogás para fertilizar suelos”, precisó.

La UNVM está ubicada en una de las regiones agroindustriales más significativas del país y el nexo entre ambos sectores “tiene como resultado investigaciones y aplicaciones que logran un aporte a la sociedad desde una perspectiva integral”, según resalta esa casa de estudios.

Badín aclaró que el plan “se encuentra en sus inicios, ampliando la base teórica del tema y los conocimientos relacionados al área, técnicas a utilizar y demás. Es decir, en formación para desarrollarlo de mejor manera”.

“Los beneficios son todos potenciales en la medida en que el proyecto avance y se lleve a cabo correctamente, porque uno espera hacer lo mejor posible para que esos avances se logren, ya sea para la ciudad de Villa María, la provincia de Córdoba o donde fuere aplicado”, expresó.

Para el graduado del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la UNVM, el objetivo es “generar un conocimiento tal que pueda sumar a la sociedad. Por el momento, todo está a escala de laboratorio para optimizar la investigación y más adelante se verán los resultados obtenidos”.

Las iniciativas para producir biogás a bajo costo se replican en distintos puntos del país. Un ejemplo es el desarrollo emprendido por docentes y alumnos de la Universidad Tecnológica Nacional (Facultad Regional Buenos Aires).

El proyecto de Badín, “Evaluación de la eficiencia en la producción de biogás mediante la incorporación de subproductos de bioetanol en codigestión anaerobia del purín de cerdo”, obtuvo una beca del CONICET: plantea mezclar los residuos del maíz (polvillo, granos partidos, restos de mazorca) con los desperdicios del cerdo (orina, excremento, agua de lavado) para generar biogás. Al mismo tiempo, este proceso genera un remanente que se prevé utilizar para biofertilizantes.

“Cuando llegan los camiones con maíz a la empresa, lo que se hace es un tamizado y el residuo de lo que queda de ese proceso es considerado un subproducto: polvillo, granos partidos, restos de la mazorca. Entonces, se utiliza eso en codigestión (combinación de más de un sustrato) con los purines de cerdo para la generación de biogás”, explicó Badín.

“El biogás puede reemplazar al gas natural e intentamos también revalorizar el purín de cerdo. Actualmente esos desechos van a lagunas de estabilización o bien se tiran en un campo, lo que contamina el aire, las napas y el mismo suelo”, advirtió.

Con respecto al biofertilizante, detalló que “se iniciará la etapa de producción del digestato, que es el residuo de esa energía, y se analizará cómo optimizarlo para luego utilizarlo con esos fines”.

Badín nació en Leones (Córdoba) hace 22 años y es beneficiario de una beca del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN). También cuenta con una beca interna en el Centro de Investigación y Transferencia Villa María-CONICET, codirigida por Analía Becker, de la UNVM, y Diego Acevedo, de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC). Además, forma parte del equipo de investigación “Revalorización energética de residuos orgánicos”, junto con los investigadores María José Galván, Salvador Degano y Mara Cagnolo.