Los actuales diputados Mónica Schlotthauer y Juan Carlos Giordano del Frente de Izquierda Unidad, presentaron un proyecto de ley para que se implemente un plan de emergencia para la construcción de 500.000 viviendas populares con el fin, según dice el escrito, "de combatir el déficit habitacional y el desempleo crónico ya que el plan generaría dos millones de puestos de trabajo". 

El proyecto dispone que el plan “será financiado con fondos que se van del país para pagar una deuda externa usurera y fraudulenta a los organismos financieros internacionales, bonistas y al FMI” y también con un "impuesto especial que grave de verdad las ganancias de bancos, multinacionales, terratenientes y grandes empresarios”.

Los diputados señalaron que "el déficit habitacional es un problema crónico que alcanza a casi cuatro millones de familias, un tercio de la población. De ese total, 1,5 millón de hogares necesita una nueva vivienda, el resto (60 por ciento) habita en casas sin servicios o hacinadas. Hay 4.416 asentamientos informales y es casi imposible pagar un alquiler". 

En ese sentido, Schlotthauer y Giordano, señalaron que "es inconcebible que el gobierno nacional siga pagando una deuda usurera y cumpliendo con el FMI y no destine esa plata para vivienda, lo cual generaría dos millones de puestos de trabajo genuino directos y otros miles indirectos".