"Hay una ley en el peronismo. El que gana conduce y el que pierde acompaña", dijo el gobernador tucumano, Juan Manzur, una hora después de que comenzaran a difundirse los datos oficiales. La mención a la victoria del peronismo sobre el resto de las fuerzas políticas ya había pasado por su discurso, pero la interna del Frente de Todos dominó el escenario político de Tucumán por la disputa entre el gobernador y el vice, Osvaldo Jaldo. Al cierre de esta edición el FdT rozaba el cincuenta por ciento de los votos con el 49,58 por ciento, mientras que los candidatos de Juntos por el Cambio obtenían el 34,78 por ciento.

"Una vez más ganó el peronismo en Tucumán", destacó Manzur al tomar el micrófono y proclamarse ganador en la provincia y de la interna en las primarias. Superó ampliamente a Juntos por el Cambio, que lidera el exsenador José Cano, y que finalmente, ante la confirmación del peronismo tucumano como primera fuerza electoral, dejó casi en un segundo plano los votos alcanzados por los macristas y sus aliados. En tercer lugar quedó Fuerza Republicana, una rémora del bussismo que llevó como candidato al hijo del genocida Domingo Bussi, Ricardo, que con el slogan de campaña "Basta de peronismo", logró que lo apoye el 7,18 por ciento de los ciudadanos.


La lista de los médicos

El peronismo intentó evitar por todos los medios la presentación de más de una lista proponiendo acuerdos que precedieran a las PASO en todas las provincias, pero en Tucumán no lo logró. Por eso el FdT presentó la lista interna de los médicos, que fue encabezada para el senado por Pablo Yedlin, exministro de Salud de la provincia, lleva como suplente a Manzur, y también tiene a la actual ministra del área, Rossana Chahla, al tope de la lista de diputados. La línea interna Lealtad Peronista se impuso por 60,37 por ciento de los votos, sacando un amplio margen a Todos por Tucumán, de Jaldo, que llegó al 39,62 por ciento.

La interna del peronismo se llevó casi todas las miradas. Las ásperas discusiones entre Manzur y Jaldo fueron subiendo los decibeles. El punto más alto fue la semana pasada cuando hubo intercambio de golpes de puño e insultos entre seguidores de ambos dirigentes en los cierres de campaña. La disputa logró llamar la atención de los tucumanos, que tuvieron el 76 por ciento de participación, superando la media nacional en estas primarias marcadas por la pandemia.

Manzur y Jaldo adelantaron la discusión de las elecciones de 2023. El actual gobernador ya no puede volver a ser reelecto, y el actual vice está convencido de que es su momento. El gobernador impulsa la figura de Yedlin como candidato a senador para proyectarlo como posible futuro gobernador y el lugar de suplente de Manzur en la lista evidenció la jugada. Por ello Jaldo peleó su lugar por adentro del FdT y logró asentar su espacio político de cara a las elecciones de 2023, logrando más de 170 mil votos peronistas que tendrán un peso importante en la elecciones presidenciales.

"Hoy nació un nuevo espacio político interno del peronismo en Tucumán", afirmó Jaldo apenas se fueron confirmando los primeros datos que llegaban del centro de cómputos. "Hemos tenido que enfrentar vientos y mareas", indicó el vicegobernador aludiendo a la campaña en la que los tucumanos definieron que será segundo en la lista de candidatos a diputados por la provincia, debajo de Chahla, la candidata de Manzur. 

El segundo en la cadena de mandos políticos en Tucumán agradeció al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner "por haber permitido" que se realice la interna. 

Por lo pronto los tucumanos, y el FdT en particular, comenzarán a desandar el camino hacia las elecciones del 14 de noviembre intentando que las disputas y las heridas que dejaron las PASO en el binomio de gobierno y los intendentes de las localidades peronistas queden en un segundo plano para garantizar la gobernabilidad.