Y después de la victoria, las vacaciones. Tras comprobar que la derecha está vivita y coleando (y que puede ganar elecciones a dos años de haber dejado el gobierno), los principales integrantes de Juntos por el Cambio le dedicarán una semana a la reposera, mientras se hace el recuento definitivo, se integran las listas oficiales y sus equipos analizan los datos de los focus group. Luego habrá reuniones de las mesas nacional y bonaerense para definir las estrategias. Una obvia será consolidar los votos obtenidos. En tanto, en el día posterior a la reunión tanto Diego Santilli como María Eugenia Vidal se pasearon por los medios hablando de la derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires, que fue el trofeo mayor de las PASO. Pero Facundo Manes salió a aclarar que no podrían haber ganado sin él. Luis Juez pidió una conducción "más federal" de JxC. Y Horacio Rodríguez Larreta les avisó a los rivales "libertarios" de la coalición: "Los únicos que podemos frenar al kirchnerismo en el Congreso somos nosotros".

La actividad de la alianza opositora mermará esta semana, dado que los candidatos y candidatas se tomarán un descanso, según confirmaron los equipos de campaña. Mientras, sus equipos procesan los números, hacen encuestas, focus groups y delinean las próximas actividades (a qué lugares asistir, a qué medios ir y a cuáles no), con el objetivo de reforzar lo obtenido. "Lo lógico es buscar consolidar el resultado. Mejoramos nuestros números de las PASO 2017 y también de las de 2019", decían en el comando de campaña. Luego habrá reuniones, la semana que viene, una de la mesa bonaerense y otra de la mesa nacional.

La cúpula de Juntos por el Cambio tuvo un encuentro a altas horas de la noche del domingo. Allí hablaron los referentes nacionales, que habían evitado decir algo en el búnker de Costa Salguero. Nadie quiso aclarar la decisión de descentralizar los búnkers. Algunos lo atribuyen a la reticencia de los radicales a salir a hablar en el lugar de la victoria de Larreta. Otros, a Patricia Bullrich. La victoria, está claro, no hace desaparecer las disputas internas (y en algunos casos las acrecienta). En ese encuentro, de hecho, varios hablaron de "mantener la unidad", más que nunca. Hasta varios se estrecharon las manos con esa consigna al terminar la reunión. Esto significa también salir con la ambulancia a atender a los heridos que dejan las PASO, es decir, a los sectores que perdieron en cada distrito. Hubo también mucho cálculo con los resultados provisorios de cuantos diputados y cuantos senadores tendrían en diciembre.

En lo que respecta al futuro de la campaña, el planteo interno de Vidal es que "no hay que subestimar al adversario, que es muy fuerte". Y que no hay que caer en la soberbia. De hecho, las apariciones de la candidata  tras las PASO fueron en ese tono: "No tomo esto como un premio sino como una gran responsabilidad. Hay mucha tristeza, bronca y enojo contra la política en general". "Tenemos que estar juntos para ofrecerles una alternativa a los argentinos", insistió Vidal sobre la unidad. También dijo, en su ex rol de gobernadora, que la conmovió "que los bonaerenses no se resignen, no se sometan, pongan un límite".

Mensajes internos

También el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hizo foco en la unidad al celebrar la victoria en las PASO: "Juntos por el Cambio ha defendido a rajatabla la unidad de la oposición" y eso, dijo, hizo que tuviera "apoyo en la Ciudad y en todo el país". A los candidatos que le compiten a JxC por derecha, les avisó: "Los únicos que podemos frenar al kirchnerismo en el Congreso somos nosotros".

Santilli salió a apuntalar su victoria por cinco puntos sobre el peronismo, inesperada hasta para él. Se centró en los errores del Gobierno: "No se dieron cuenta que, cuando empezó la pandemia, la gente tenía miedo, pero, al cabo de dos o tres meses, la gente pedía otras soluciones". "Se estuvo muy lejos de los ciudadanos. No hay espacio para eso en nuestro país porque estamos peor", remarcó. También confirmó que no variará mucho el estilo de campaña hacia noviembre: "Tengo que seguir haciendo lo mismo que hice: una campaña al lado de los bonaerenses".

El candidato no olvidó a su contrincante interno: "Este también es el triunfo de Facundo Manes, que se comprometió e hizo una muy buena elección. Hay que trabajar juntos y seguir recorriendo". De hecho, con más de un millón de votos que aportó a la victoria, Manes ya empezó a cobrarse su parte: "Solo con Diego Santilli no se ganaban las elecciones. Si pasaba lo que quería Larreta no se le ganaba al kirchnerismo. El problema de Cambiemos fue la homogeneidad de un color", afirmó el neurocientífico, quien dijo que de ahora en más Juntos "será una coalición con distintas identidades" en pie de igualdad.  "La dinámica de antes de Cambiemos ya no existe más, y es bueno que no exista más", remarcó.

Queda claro que la victoria no eliminó las fricciones internas. El radicalismo no logró correr al PRO del lugar de partido dominante, pero no quiere decir que no lo seguirá intentando. "La adhesión de Facundo Manes hizo que Juntos por el Cambio tenga una extraordinaria elección. En Ciudad de Buenos Aires creo que hubo un aporte muy grande de Martín Tetaz y el resurgimiento de Ricardo López Murphy", remarcó el senador Martín Lousteau, en la misma línea argumentativa.

A esta discusión se sumó Jorge Macri, que ya recelaba a Santilli como un contrincante por la gobernación y se confirmaron sus temores. "Nadie puede hacerse dueño de esta victoria. Hay que ser humildes. Siempre la victoria puede ser engañosa", advirtió el intendente de Vicente López.

Tras enterrar al candidato de Macri en Córdoba, Luis Juez aportó lo suyo al debate: reclamó que la mesa nacional de Juntos por el Cambio sea "más federal", ya que "no hay ni un integrante del interior". "Lo de Macri fue desafortunado. Le dije que se había equivocado en tratar de imponer un criterio en Córdoba. La política no es un capricho y los cordobeses no son tontos", remarcó el candidato a senador.

Por si esto fuera poco, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, tuvo que salir a aclarar que Mauricio Macri no se siente "menospreciado" por el lugar casi decorativo que tuvo en el escenario de la victoria. El expresidente se desquitó esa misma noche dando una extensa entrevista a un canal del que niega ser dueño.