No le hablen de tiempo para aclimatarse a Cristiano Ronaldo. El portugués sigue imparable desde su retorno al Manchester United y este domingo convirtió su cuarto gol en tres partidos, para el triunfo de los suyos por 2-1 sobre West Ham en un partido emotivo que les permitió permanecer en la cima de la Premier League junto al Liverpool y el Chelsea, con 13 puntos cada uno tras cinco fechas.

La historia era favorable para la visita gracias a un gol del argelino Said Benrahma, ayudado por un desvío para desorientar al español David De Gea, pero a los 35 minutos apareció el emblemático número 7 por detrás de los defensores para impactar de cachetada un centro de su compatriota Bruno Fernandes y luego mandar a guardar el rebote que dio el arquero polaco Lukasz Fabianski.

El United tuvo que sufrir hasta el final, no sólo porque recién consiguió el 2-1 a los 89, de la mano de un golazo del ingresado Jesee Lingard, quien venía de ser villano en la derrota ante el Young Boys en Suiza por la Champions, sino porque a los 94 el West Ham tuvo un penal para poner el 2-2. El escocés David Moyes, DT visitante, apostó por el ingreso del ídolo del club Mark Noble para ejecutar la pena máxima pero la jugada le salió mal: De Gea le adivinó la punta y sentenció el triunfo de los de Manchester.

Los dirigidos por el noruego Ole Gunnar Solskjaer alcanzaron así al Liverpool, que se había impuesto por 3-1 al Crystal Palace el sábado, mientras que el Chelsea se quedó con el derbi de Londres tras derrotar al Tottenham por 3-0, como visitante, con goles del brasileño Thiago Silva, el francés N'Golo Kanté y el alemán Antonio Rüdiger.

Cristian Romero y Giovani Lo Celso fueron titulares en el Tottenham luego de perderse dos partidos por el aislamiento que realizaron en Croacia tras participar de las Eliminatorias con el seleccionado argentino.