Horacio Daniel Rosatti, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, es un constitucionalista santafesino que fue ministro de Justicia de Néstor Kirchner entre 2004 y 2005 y fue nombrado por decreto por Mauricio Macri, apenas asumió el expresidente, para integrar el máximo tribunal.
De la mano del principal operador judicial de Macri, Fabián Pepín Rodríguez Simón, Rosatti llegó al máximo Tribunal junto a Carlos Rosenkrantz. La imposición de dos jueces por esa vía, al margen del mecanismo previsto en la Constitución, dio lugar a reacciones en el plano político pero también dentro mismo del Palacio de Tribunales. Macri se vio obligado a mandar los pliegos de ambos al Senado y la Corte no les tomó juramento hasta que no obtuvieron el aval parlamentario.
La llegada de Rosatti a la presidencia de la Corte también estuvo rodeada de escándalo. Alcanzó su puesto en una controvertida reunión en la que faltó uno de los cuatro miembros por lo que para alcanzar el número suficiente para el nombramiento el futuro presidente tuvo que votarse a sí mismo. El ausente fue Ricardo Lorenzetti, el otro candidato al puesto, que pidió un aplazamiento de la reunión ya que no estaba en Buenos Aires, pero no le fue concedido.
En el medio, Rosatti protagonizó otro escándalo, esta vez relacionado con sus fallos, porque fue uno de los tres votos que consagraron el polémico 2X1 que favorecía a los represores de la última dictadura. Los otros dos cortesanos que impulsaron la medida fueron su ideólogo, Carlos Rosenkrantz y Elena Highton de Nolasco. La Corte tuvo que dar marcha atrás con esa decisión tras el masivo repudio reflejado en las calles.
Siguiendo esa línea de conducta, el desembarco en el Consejo de la Magistratura también llegó entre polémicas y acusaciones. Primero, por el fallo en el que el Tribunal se atribuyó el derecho de emitir leyes, una atribución reservada por la Constitución al Congreso, que fue duramente criticado hasta por Ricardo Lorenzetti. Después, porque ni siquiera respetó la letra de ese fallo en el apuro por quedarse con la presidencia del cuerpo.
El curriculum anterior al desembarco en la Corte
De 65 años, Rosatti tiene un doctorado en Ciencias Jurídicas y Sociales y una maestría en Evaluación de Impacto y Gestión Ambiental. Actualmente es presidente de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional.
En el 2004, ocupó el Ministerio de Justicia tras el fugaz paso de Gustavo Beliz, desplazado tras mostrar la foto del espía Antonio "Jaime" Stiuso en televisión. Estuvo apenas un año en la gestión cuando presentó la renuncia aduciendo motivos personales y aclarando que dejaba una tarea hecha en materia penal.
Carrera política de Horacio Rosatti
En 1989 fue fiscal municipal de la ciudad de Santa Fe. Luego en 1991, fue designado secretario de Gobierno, Cultura y Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe. En 1993, ocupó el cargo de secretario general de la Gobernación de la provincia.
En 1994 fue elegido convencional constituyente por la provincia de Santa Fe para la reforma constitucional nacional de 1994, siendo designado vicepresidente de bloque del partido político mayoritario de la Convención (PJ) Integró la Comisión de Redacción, encargada de escribir el texto definitivo de la reforma.
En 1995 fue elegido intendente de la ciudad de Santa Fe. Durante su gestión se ampliaron los espacios verdes disponibles mediante convenios ferro-urbanísticos, como el Parque Federal y construyendo juegos especialmente diseñados para la escala de los niños, de acuerdo a las enseñanzas de Francesco Tonucci. En su mandato se construyeron nuevos espacios recreativos, tales como la Costanera Este, con un amplio solarium, El Paseo de las Dos Culturas y las primeras ciclovías de la ciudad.
En 2003 fue designado procurador del Tesoro de la Nación, siendo el máximo responsable de la defensa jurídica del Estado argentino frente a las demandas tramitadas por inversores extranjeros ante tribunales arbitrales internacionales luego de la crisis económica de 2001. En esa ocasión sostuvo que los laudos arbitrales emitidos por tribunales ad hoc no podían prevalecer sobre la Constitución Nacional y que los tribunales nacionales estaban habilitados para revisar tales decisiones si contrariaban los principios del derecho público nacional.
Esta argumentación, que su enunciador expuso en sus artículos “Los tratados bilaterales de inversión, el arbitraje internacional obligatorio y el sistema constitucional argentino” y “Prórroga de jurisdicción y soberanía nacional”, y posteriormente en su libro “Estado y globalización. El caso argentino”, se conoció como “doctrina Rosatti” y fue la que sustentó la República Argentina en los foros internacionales para hacer frente a las demandas suscitadas durante la crisis económica e institucional eclosionada en los años 2001/2002.